En la Biblia, el zafiro es mencionado varias veces como una piedra preciosa de gran valor. El término "zafiro" viene del latín "sapphirus", que a su vez proviene del griego "sappheiros". Ambos términos se refieren a la piedra azul, aunque en la actualidad el zafiro puede ser de diferentes colores.
El zafiro era muy valorado en la antigüedad por su belleza y rareza, y era utilizado en joyería y ornamentos. En la Biblia, el zafiro se menciona en varias ocasiones como una piedra preciosa y valiosa. En el libro de Éxodo, por ejemplo, se describe cómo Moisés y otros líderes de Israel tuvieron una visión de Dios en la que el suelo estaba hecho de zafiro:
Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno (Éxodo 24:10).
En otro pasaje bíblico, el zafiro es mencionado como una de las piedras que adornaban el efod, una prenda sacerdotal:
"Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los hijos de Israel: seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra, por orden de su nacimiento. Como grabaduras de sello, grabarás los dos engastes de oro. Y pondrás las dos piedras sobre los hombros del efod, como piedras de memoria para los hijos de Israel; y Aarón llevará sus nombres delante del Señor sobre ambos hombros por memorial. Y harás engastes de oro, y dos cadenas de oro puro en forma de cordones; y las cadenas de cordones se unirán a los engastes: así se unirá el efod" (Éxodo 28:9-14).
En el libro de Job, el zafiro es mencionado como una piedra de gran valor:
"La sabiduría no se halla en la tierra de los vivientes. El abismo dice: "No está en mí"; y el mar dice: "No está conmigo". El oro no se dará por ella, ni se pesará su precio en plata. No se puede comprar con oro fino de Ofir, ni con el precioso ónice, ni con el zafiro" (Job 28:13-16).
En el libro de Apocalipsis, el zafiro es mencionado como una de las piedras que adornan las puertas de la Nueva Jerusalén:
"Y los cimientos de la muralla de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, calcedonia; el cuarto, esmeralda; el quinto, sardónica; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisoprasa; el undécimo, jacinto; y el duodécimo, amatista."
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de zafiro:
Éxodo 24:10
y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.
Éxodo 39:11
La segunda hilera, una esmeralda, un zafiro y un diamante.
Job 28:6
Lugar hay cuyas piedras son zafiro, Y sus polvos de oro.
Job 28:16
No puede ser apreciada con oro de Ofir, Ni con ónice precioso, ni con zafiro.
Cantares 5:14
Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; Su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros.
Isaías 54:11
Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
Lamentaciones 4:7
Sus nobles fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche; Más rubios eran sus cuerpos que el coral, su talle más hermoso que el zafiro.
Ezequiel 1:26
Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.
Ezequiel 28:13
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.
Apocalipsis 9:17
Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre.