En la Biblia, la palabra "fugitivo" se utiliza para referirse a una persona que huye o escapa de algo o alguien. Esta palabra tiene su origen en el latín "fugitivus", que significa "el que huye". En la Biblia, encontramos varias referencias a los fugitivos y su significado espiritual.
El concepto de ser un fugitivo en la Biblia tiene diferentes connotaciones y se relaciona con diferentes situaciones. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, encontramos referencias a personas que se convierten en fugitivos debido a sus acciones pecaminosas o a la persecución de sus enemigos. Un ejemplo famoso es el caso de Caín, quien se convirtió en un fugitivo después de matar a su hermano Abel. La Biblia nos dice que Dios marcó a Caín para que nadie lo matara, pero también lo condenó a vagar por la tierra como un fugitivo.
En el libro de los Salmos, encontramos varios salmos que hablan de los fugitivos y su relación con Dios. En el Salmo 55:6-8, el salmista clama a Dios pidiendo ayuda y describe su deseo de huir como un fugitivo de la violencia. Este salmo muestra la angustia y la desesperación de una persona que se siente perseguida y busca refugio en Dios.
Además de las referencias a los fugitivos en el Antiguo Testamento, también encontramos menciones en el Nuevo Testamento. En el libro de Hebreos, se habla de los creyentes como "extranjeros y peregrinos" en la tierra, lo que implica que somos fugitivos en este mundo temporal. En el contexto espiritual, esto significa que los creyentes no pertenecemos a este mundo, sino que estamos en una peregrinación hacia nuestro hogar celestial.
En resumen, el término "fugitivo" en la Biblia se refiere a aquellos que huyen o escapan de algo o alguien. Puede tener diferentes connotaciones y se relaciona tanto con situaciones físicas como espirituales. En la Biblia, encontramos ejemplos de personas que se convierten en fugitivos debido a sus acciones pecaminosas o a la persecución de sus enemigos. También se utiliza como metáfora para describir a los creyentes como extranjeros y peregrinos en este mundo temporal. En cualquier caso, la Biblia nos enseña que podemos encontrar refugio en Dios y que Él es nuestro verdadero hogar.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de fugitivo:
Jueces 12:4
Entonces reunió Jefté a todos los varones de Galaad, y peleó contra Efraín; y los de Galaad derrotaron a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de Manasés.
Isaías 15:5
Mi corazón dará gritos por Moab; sus fugitivos huirán hasta Zoar, como novilla de tres años. Por la cuesta de Luhit subirán llorando, y levantarán grito de quebrantamiento por el camino de Horonaim.
Isaías 43:14
Así dice Jehová, Redentor vuestro, el Santo de Israel: Por vosotros envié a Babilonia, e hice descender como fugitivos a todos ellos, aun a los caldeos en las naves de que se gloriaban.
Jeremías 44:14
Y del resto de los de Judá que entraron en la tierra de Egipto para habitar allí, no habrá quien escape, ni quien quede vivo para volver a la tierra de Judá, por volver a la cual suspiran ellos para habitar allí; porque no volverán sino algunos fugitivos.
Jeremías 49:5
He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno derecho hacia adelante, y no habrá quien recoja a los fugitivos.
Jeremías 49:36
Traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro puntos del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; y no habrá nación a donde no vayan fugitivos de Elam.
Ezequiel 17:21
Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.
Ezequiel 24:27
En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el fugitivo, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
Ezequiel 33:21
Nuevas de la caída de Jerusalén Aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio, en el mes décimo, a los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido conquistada.
Ezequiel 33:22
Y la mano de Jehová había sido sobre mí la tarde antes de llegar el fugitivo, y había abierto mi boca, hasta que vino a mí por la mañana; y abrió mi boca, y ya no más estuve callado.