La sensualidad es un término que tiene un significado muy importante en la Biblia. En su sentido más amplio, se refiere a la inclinación humana hacia los placeres físicos y sensoriales, especialmente cuando estos placeres van en contra de los principios morales y espirituales establecidos por Dios. La sensualidad puede manifestarse en diferentes áreas de la vida, como el deseo sexual desenfrenado, la búsqueda de gratificación personal a expensas de los demás, y la indulgencia excesiva en los placeres terrenales.
La palabra "sensualidad" proviene del latín "sensuale", que a su vez deriva del término latino "sensus", que significa "sentido" o "sensación". En la Biblia, la sensualidad se menciona en varias ocasiones y generalmente se condena como una actitud y un comportamiento que se aparta de la voluntad de Dios.
El origen de la sensualidad se remonta al relato del pecado original en el libro de Génesis. Cuando Adán y Eva fueron tentados por la serpiente en el jardín del Edén, se dejaron llevar por la sensualidad al desobedecer el mandamiento de Dios de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. En ese momento, la sensualidad entró en la humanidad y se convirtió en una lucha constante para resistir las tentaciones y vivir de acuerdo con los principios divinos.
En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo habla de la sensualidad como una obra de la carne en su carta a los Gálatas. En Gálatas 5:19-21, se menciona que las obras de la carne incluyen la inmoralidad sexual, la impureza, la lascivia, las rivalidades y los celos. Estos comportamientos son considerados opuestos al fruto del Espíritu, que incluye el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio.
La Biblia también ofrece consejos y enseñanzas sobre cómo resistir la sensualidad y vivir una vida de pureza y rectitud. En 1 Corintios 6:18, Pablo exhorta a los creyentes a huir de la inmoralidad sexual, ya que el cuerpo es un templo del Espíritu Santo y no debe ser profanado. Además, en Efesios 5:3-5, se insta a los seguidores de Cristo a desechar la inmoralidad sexual, la impureza y la avaricia, y a vivir como hijos de la luz.
En resumen, la sensualidad en la Biblia se refiere a la inclinación humana hacia los placeres físicos y sensoriales que van en contra de los principios morales y espirituales establecidos por Dios. La sensualidad tiene su origen en el pecado original y se manifiesta en diferentes áreas de la vida. Sin embargo, la Biblia nos exhorta a resistir la sensualidad y vivir una vida de pureza y rectitud, siguiendo los principios divinos y el fruto del Espíritu.
Última actualización: 12 octubre, 2023
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