La palabra "desfallecer" tiene un significado muy profundo en la Biblia y representa un concepto fundamental en el contexto bíblico. Su etimología y origen nos ayudan a comprender aún más su importancia en la Palabra de Dios.
La palabra "desfallecer" proviene del latín "deficere", que significa "faltar" o "caer". En su forma verbal, se utiliza para describir una condición física o emocional en la cual una persona se encuentra en un estado de debilidad extrema, agotamiento o desesperanza. En el contexto bíblico, este término se utiliza para transmitir una profunda sensación de desamparo y necesidad de la intervención divina.
En la Biblia, encontramos varias referencias al término "desfallecer". Por ejemplo, en el Salmo 42:1-2, el salmista expresa su anhelo y deseo de estar cerca de Dios: "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?" Aquí, el salmista utiliza la palabra "desfallecer" para describir su anhelo y desesperación por la presencia y el consuelo de Dios.
En el Nuevo Testamento, encontramos otra referencia significativa al término "desfallecer". En el libro de Lucas 21:26, Jesús habla sobre los acontecimientos finales y los signos que precederán a su segunda venida. En este pasaje, Jesús dice: "Los hombres desfallecerán de terror y por la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra". Aquí, la palabra "desfallecer" se utiliza para describir el miedo y la angustia que experimentarán las personas durante los tiempos finales.
El término "desfallecer" también se utiliza en la Biblia para describir una condición espiritual de debilidad y falta de fortaleza. En Isaías 40:30-31, se nos dice: "Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán". Aquí, el término "desfallecer" se utiliza para contrastar la debilidad humana con la fortaleza y el poder de Dios.
En resumen, la palabra "desfallecer" tiene un significado profundo en la Biblia y representa una condición física, emocional y espiritual de debilidad y desesperanza. Su etimología y origen nos ayudan a comprender aún más su importancia en el contexto bíblico. A través de las Escrituras, encontramos ejemplos de cómo el desfallecimiento puede llevarnos a buscar la intervención divina y cómo Dios puede fortalecernos y renovarnos en medio de nuestra debilidad.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de desfallecer:
Éxodo 18:18
Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.
Deuteronomio 28:32
Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
Josué 14:8
Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios.
Job 17:5
Al que denuncia a sus amigos como presa, Los ojos de sus hijos desfallecerán.
Job 31:16
Si estorbé el contento de los pobres, E hice desfallecer los ojos de la viuda;
Isaías 13:7
Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,
Isaías 19:1
Profecía sobre Egipto Profecía sobre Egipto. He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos.
Isaías 19:8
Los pescadores también se entristecerán; harán duelo todos los que echan anzuelo en el río, y desfallecerán los que extienden red sobre las aguas.
Isaías 31:3
Y los egipcios hombres son, y no Dios; y sus caballos carne, y no espíritu; de manera que al extender Jehová su mano, caerá el ayudador y caerá el ayudado, y todos ellos desfallecerán a una.
Jeremías 4:9
En aquel día, dice Jehová, desfallecerá el corazón del rey y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.