Querella Significado Bíblico

La palabra "querella" tiene una rica carga semántica en el ámbito bíblico, enriquecida por su etimología y su uso en diversas situaciones narradas en las Escrituras. Para comprender su significado en este contexto, es crucial explorar tanto sus raíces lingüísticas como las connotaciones específicas que adquiere en la Biblia.

Etimología y origen: La palabra "querella" proviene del latín "querēla", que significa "queja" o "lamento". Este término, a su vez, se relaciona con el verbo "queror", que expresa la acción de lamentarse o expresar descontento. En su evolución lingüística, la palabra adquirió matices jurídicos, siendo utilizada para referirse a una acción legal en la que se busca resolver un conflicto o reclamo.

En el contexto bíblico, la palabra "querella" se encuentra intrínsecamente vinculada a situaciones en las que se manifiesta un conflicto, ya sea entre individuos, comunidades o incluso entre el hombre y lo divino. Estas narrativas proporcionan una comprensión más profunda de su significado y connotaciones espirituales.

Uno de los pasajes bíblicos que destaca la idea de la "querella" es el Salmo 35, donde el salmista clama a Dios por justicia y se lamenta de las adversidades que enfrenta. En este contexto, la palabra adquiere un tono de súplica y búsqueda de intervención divina en medio de la aflicción.

Otro ejemplo revelador se encuentra en el Evangelio según Mateo (5:25), donde Jesús aconseja reconciliarse con el adversario antes de llegar al tribunal. Este consejo, enmarcado en un contexto legal, ilustra cómo la "querella" puede manifestarse como un conflicto que requiere resolución, ya sea a nivel interpersonal o ante la autoridad legal.

El simbolismo en la Biblia: La "querella" en la Biblia no se limita simplemente a disputas terrenales; también adquiere un simbolismo profundo en el enfrentamiento entre el bien y el mal, la justicia y la injusticia. La lucha espiritual entre fuerzas opuestas se presenta como una querella cósmica, donde la intervención divina es esencial para restablecer el equilibrio.

En la historia de Job, la "querella" se manifiesta de manera intensa cuando Job, justo y piadoso, enfrenta pruebas extremas. El diálogo entre Job y sus amigos refleja una querella teológica sobre la naturaleza de la justicia divina. Este relato no solo aborda el sufrimiento humano, sino que también explora las complejidades de la relación entre el hombre y Dios en medio de la adversidad.

En las cartas paulinas, la "querella" emerge como un tema recurrente al tratar conflictos dentro de las comunidades cristianas. Las admoniciones de Pablo a las iglesias sobre la unidad y la resolución pacífica de disputas reflejan la importancia de abordar la querella en un contexto espiritual y comunitario.

Conclusiones teológicas: A lo largo de la Biblia, la "querella" se presenta como un elemento intrínseco a la condición humana y espiritual. Ya sea en forma de lamento, conflicto interpersonal o enfrentamiento teológico, la palabra encapsula la complejidad de las relaciones humanas y divinas. La resolución de estas querellas, ya sea a través de la intervención divina, la reconciliación o la búsqueda de justicia, se convierte en un elemento crucial en la narrativa bíblica.

La etimología de la palabra "querella" y su evolución semántica revelan capas de significado que se entrelazan con las experiencias humanas y las verdades espirituales presentes en las Escrituras. Al explorar las querellas bíblicas, se abre una ventana a la comprensión más profunda de la naturaleza humana y la búsqueda constante de armonía, justicia y conexión con lo divino.

Versículos de Querella

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de querella:

Números 14:27 ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?

2 Samuel 21:4 Y los gabaonitas le respondieron: No tenemos nosotros querella sobre plata ni sobre oro con Saúl y con su casa; ni queremos que muera hombre de Israel. Y él les dijo: Lo que vosotros dijereis, haré.

Deja tu comentario