Segar es una palabra que aparece en numerosas ocasiones en la Biblia y que tiene un significado muy importante en la vida de los agricultores de la época. Etimológicamente, el término segar proviene del latín “secare”, que significa cortar. En este artículo, exploraremos el significado bíblico de segar, su origen y su importancia en la cultura agrícola de la época.
En la Biblia, la palabra segar se utiliza para describir la recolección de cultivos como el trigo, la cebada y otros granos. La práctica de segar era esencial para la subsistencia de la población, ya que permitía la obtención de alimentos para el invierno y el almacenamiento de semillas para la próxima temporada de siembra.
El acto de segar se menciona en numerosas ocasiones en la Biblia. Por ejemplo, en el libro de Rut, se describe cómo Rut recolecta espigas en el campo de Booz para alimentar a su suegra Noemí. En otro pasaje, el profeta Jeremías utiliza la imagen de segar para describir el juicio divino sobre Israel: “La siega ha pasado, el verano ha terminado, y nosotros no hemos sido salvados” (Jeremías 8:20).
Como hemos mencionado anteriormente, la palabra segar proviene del latín “secare”. Sin embargo, su origen se remonta aún más atrás, hasta el griego “temnein”, que también significa cortar. En la cultura griega, la práctica de segar era considerada una tarea sagrada, ya que estaba asociada con el dios Dionisio, quien se creía que había enseñado a los hombres a cultivar la vid.
En la cultura hebrea, el acto de segar también tenía una connotación religiosa. En la festividad de Shavuot, que se celebra a finales de la primavera, se llevaba a cabo una ceremonia en la que se ofrecían las primicias de la cosecha al Señor. Esta ceremonia se conocía como la “fiesta de las semanas” y estaba relacionada con la cosecha de trigo y cebada.
En la época bíblica, la práctica de segar era esencial para la subsistencia de la población. El trigo y otros granos eran la base de la alimentación, y su recolección permitía la obtención de alimentos para el invierno y el almacenamiento de semillas para la próxima temporada de siembra.
Además, el acto de segar estaba asociado con la idea de la providencia divina. En la Biblia, se describe cómo Dios proveía a su pueblo con alimentos y cómo bendecía las cosechas. Por ejemplo, en el Salmo 65 se lee: “Tú visitas la tierra y la riegas, la enriqueces en gran manera; con el río de Dios, lleno de aguas, preparas el trigo de ellos, pues así preparas la tierra”.
En resumen, el término segar tiene un significado muy importante en la Biblia y en la cultura agrícola de la época. Esta práctica era esencial para la subsistencia de la población y estaba asociada con la idea de la providencia divina. A través de la imagen de la cosecha, la Biblia nos enseña acerca de la importancia del trabajo, la generosidad y la gratitud hacia Dios, quien es el que provee todo lo que necesitamos.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de segar:
Levítico 25:5
Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.
2 Reyes 19:29
Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de ellas.
Salmos 126:5
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Proverbios 22:8
El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará.
Proverbios 27:25
Saldrá la grama, aparecerá la hierba, Y se segarán las hierbas de los montes.
Isaías 37:30
Y esto te será por señal: Comeréis este año lo que nace de suyo, y el año segundo lo que nace de suyo; y el año tercero sembraréis y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis su fruto.
Jeremías 12:13
Sembraron trigo, y segaron espinos; tuvieron la heredad, mas no aprovecharon nada; se avergonzarán de sus frutos, a causa de la ardiente ira de Jehová.
Oseas 8:7
Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.
Juan 4:38
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
Apocalipsis 14:15
Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura.