El término "inamovible" tiene un significado muy especial en el contexto bíblico. En la Biblia, esta palabra se utiliza para describir algo que es firme, estable y que no puede ser movido o cambiado. Proviene del latín "inamovibilis", que a su vez se deriva del prefijo "in-" que significa "no" y "amovibilis" que significa "movible". Por lo tanto, podemos entender que "inamovible" se refiere a algo que no puede ser movido o cambiado de ninguna manera.
En la Biblia, encontramos varias referencias a la palabra "inamovible". Por ejemplo, en el Salmo 93:1 se dice: "Jehová reina; se vistió de magnificencia; Jehová se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá". Aquí vemos que Dios es descrito como inamovible, lo cual implica que Él es eterno, inmutable y que su reino es estable.
Además, en el libro de Hebreos 12:28 se nos exhorta a tener gratitud hacia Dios y a adorarle de manera reverente y piadosa, "porque nuestro Dios es fuego consumidor". Aquí vemos nuevamente la idea de la inamovibilidad de Dios, ya que Él es descrito como un fuego consumidor que no puede ser apagado o cambiado.
En el contexto bíblico, la palabra "inamovible" también puede referirse a las promesas de Dios. En el Salmo 16:8 se dice: "Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer". Aquí vemos que la presencia de Dios es inamovible, es decir, siempre está ahí para protegernos y guiarnos.
En resumen, el término "inamovible" en la Biblia se refiere a algo que es firme, estable y que no puede ser movido o cambiado. Se utiliza para describir a Dios como eterno, inmutable y como un fuego consumidor. También se aplica a las promesas de Dios, las cuales son firmes y seguras. A través de estas referencias bíblicas, podemos entender la importancia de confiar en la inamovibilidad de Dios y en sus promesas en nuestras vidas.
Última actualización: 30 junio, 2023
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