La palabra "cisterna" tiene un significado bíblico muy relevante en diferentes pasajes de las escrituras. Su etimología proviene del latín "cisterna" que significa "depósito de agua" o "reservorio". En la Biblia, este término se utiliza para referirse a un lugar de almacenamiento de agua.
En el contexto bíblico, la cisterna representa principalmente dos aspectos: el físico y el espiritual. En su sentido físico, la cisterna era un recipiente subterráneo utilizado para recolectar y almacenar agua en tiempos de escasez. Era una fuente vital de agua en el antiguo Oriente Medio, donde las sequías eran comunes.
Desde un punto de vista espiritual, la cisterna simboliza la provisión divina y la relación entre Dios y su pueblo. En varios pasajes de la Biblia, se hace referencia a la cisterna como un lugar de seguridad y protección. Por ejemplo, en Jeremías 2:13, se compara a Dios como "la fuente de agua viva" y al hombre que abandona a Dios como alguien que "cava cisternas rotas que no retienen agua". Esta metáfora describe la idea de que solo Dios puede satisfacer plenamente nuestras necesidades espirituales y que cualquier otra fuente de satisfacción será insatisfactoria y vacía.
Además, en el libro de Génesis, se relata la historia de José, quien fue vendido como esclavo por sus hermanos y posteriormente se convirtió en gobernador de Egipto. En Génesis 37:24, se menciona que los hermanos de José lo arrojaron a una cisterna seca antes de venderlo. Esta cisterna seca simboliza la traición y la adversidad que José enfrentó, pero también representa la fidelidad de Dios, quien finalmente lo rescató y lo exaltó.
En el Nuevo Testamento, Jesús también utiliza la metáfora de la cisterna en el contexto espiritual. En Juan 4:14, Jesús habla a la mujer samaritana y le dice: "El que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna". Aquí, Jesús se refiere al agua como el Espíritu Santo, que satisface nuestras necesidades espirituales y nos da vida eterna.
En conclusión, la palabra "cisterna" tiene un significado bíblico profundo que abarca tanto el aspecto físico como el espiritual. Representa la provisión divina, la seguridad y la protección, así como la fidelidad de Dios. La cisterna nos recuerda la importancia de depender de Dios para satisfacer nuestras necesidades y encontrar verdadera satisfacción espiritual.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de cisterna:
Génesis 37:28
Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.
Génesis 37:29
Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José adentro, y se rasgó los vestidos.
Éxodo 21:34
el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.
Deuteronomio 6:11
y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste, y luego que comas y te sacies,
1 Samuel 13:6
Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en estrecho (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondieron en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas.
Nehemías 9:25
Y tomaron ciudades fortificadas y tierra fértil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, viñas y olivares, y muchos árboles frutales; comieron, se saciaron, y se deleitaron en tu gran bondad.
Jeremías 2:13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
Jeremías 38:9
Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, al cual hicieron echar en la cisterna; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad.
Jeremías 41:7
Y cuando llegaron dentro de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban.
Lamentaciones 3:53
Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí;