La palabra "abismo" tiene un significado muy importante en la Biblia y representa una idea profunda y trascendental. Su etimología proviene del término griego "abyssos", que significa "sin fondo" o "inmenso". En el contexto bíblico, el abismo se refiere a un lugar de gran profundidad y misterio, asociado con el poder y la majestuosidad de Dios.
En el Antiguo Testamento, el abismo es mencionado en varias ocasiones, principalmente en el libro de Génesis. En el relato de la creación, se describe cómo "el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Génesis 1:2). Estas aguas primordiales representan el abismo, un lugar caótico y sin forma que precede a la creación ordenada. Es en este abismo donde Dios comienza su obra de creación, separando las aguas y dando forma al mundo.
El abismo también aparece en el relato del diluvio universal, donde las "fuentes del abismo" se abren y las aguas inundan la tierra (Génesis 7:11). Este evento catastrófico simboliza el juicio divino y la destrucción de la maldad en el mundo. Después del diluvio, Dios hace un pacto con Noé y establece un arco iris como señal de su promesa de no volver a destruir la tierra con un diluvio (Génesis 9:13-16).
En el Nuevo Testamento, el abismo adquiere un significado aún más profundo. En el libro de Lucas, Jesús cuenta la parábola del rico y Lázaro, donde el rico muere y es llevado al "Hades", mientras que Lázaro es llevado al seno de Abraham (Lucas 16:19-31). El Hades es descrito como un lugar de tormento y separación de Dios, un abismo insondable que separa a los justos de los injustos.
Además, en el libro del Apocalipsis, el abismo es mencionado varias veces como un lugar de encarcelamiento de seres malignos. En Apocalipsis 9:1-2, se describe cómo una estrella cae del cielo y se le da la llave del abismo. Al abrirlo, salen langostas que atormentan a los hombres durante cinco meses. Este pasaje simboliza el juicio divino sobre aquellos que rechazan a Dios y siguen el camino del mal.
En conclusión, el abismo en la Biblia representa un lugar de gran profundidad y misterio, asociado con el poder y la majestuosidad de Dios. Es un símbolo de juicio divino, pero también de la promesa de redención y salvación. A través de los relatos bíblicos, podemos comprender mejor la importancia y el significado trascendental del abismo en nuestra relación con Dios.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de abismo:
Génesis 49:25
Por el Dios de tu padre, el cual te ayudará, Por el Dios Omnipotente, el cual te bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del abismo que está abajo, Con bendiciones de los pechos y del vientre.
Éxodo 15:5
Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra.
Éxodo 15:8
Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar.
Deuteronomio 33:13
A José dijo: Bendita de Jehová sea tu tierra, Con lo mejor de los cielos, con el rocío, Y con el abismo que está abajo.
Job 28:14
El abismo dice: No está en mí; Y el mar dijo: Ni conmigo.
Salmos 36:6
Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
Salmos 42:7
Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
Salmos 78:15
Hendió las peñas en el desierto, Y les dio a beber como de grandes abismos,
Salmos 104:6
Con el abismo, como con vestido, la cubriste; Sobre los montes estaban las aguas.
Salmos 106:9
Reprendió al Mar Rojo y lo secó, Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.