La palabra "prójimo" es una de las más importantes en la Biblia. Su etimología proviene del latín "prope" y significa "cerca". En el Antiguo Testamento, encontramos que la palabra hebrea para prójimo es "rea" y se refiere a aquellos que son cercanos a nosotros, tanto física como emocionalmente. En el Nuevo Testamento, la palabra griega para prójimo es "plesion" y se refiere a aquellos que están cerca de nosotros en términos de relación y cercanía.
En la Biblia, el concepto de prójimo es fundamental para entender la relación que debemos tener con Dios y con los demás. En el libro de Levítico, encontramos uno de los mandamientos más importantes de la ley mosaica: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Este mandamiento se repite en varios pasajes de la Biblia y es considerado por Jesús como uno de los dos mandamientos más importantes, junto con "amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente".
El concepto de prójimo también se ve reflejado en la parábola del buen samaritano, que se encuentra en el evangelio de Lucas. En este relato, un hombre es asaltado y dejado herido en el camino. Tres hombres pasan por su lado, pero solo uno, un samaritano, se detiene a ayudarlo. El samaritano no solo lo lleva a una posada para que lo atiendan, sino que también paga por su cuidado. Jesús utiliza esta parábola para enseñar que nuestro prójimo no es solo aquellos que son cercanos a nosotros, sino también aquellos que necesitan nuestra ayuda y compasión.
En el Nuevo Testamento, encontramos que Jesús amplió el concepto de prójimo, enseñando que nuestro prójimo es cualquier persona que necesite nuestra ayuda, independientemente de su origen, religión o condición social. En el evangelio de Mateo, Jesús dice: "Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí".
En conclusión, el concepto de prójimo es fundamental en la Biblia y en la vida cristiana. Significa amar y ayudar a todos aquellos que necesitan nuestra ayuda, sin importar su origen, religión o condición social. Debemos recordar que nuestro prójimo puede ser cualquier persona que encontramos en nuestro camino y que necesite nuestra ayuda y compasión. Como cristianos, debemos seguir el ejemplo de Jesús y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de prójimo:
Éxodo 2:13
Al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían; entonces dijo al que maltrataba al otro: ¿Por qué golpeas a tu prójimo?
Éxodo 10:23
Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones.
Éxodo 21:18
Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y este no muriere, pero cayere en cama;
Éxodo 21:35
Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo de modo que muriere, entonces venderán el buey vivo y partirán el dinero de él, y también partirán el buey muerto.
Éxodo 22:10
Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y este muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie;
Éxodo 22:26
Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás.
Levítico 6:2
Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su prójimo,
Levítico 20:10
Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Levítico 24:19
Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:
Levítico 25:15
Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.