El significado bíblico de la palabra agua
Agua es un elemento esencial para la vida, sin el cual ninguna forma de vida puede existir. La Biblia habla mucho sobre el significado de la palabra agua, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. La palabra agua es usada en una variedad de contextos diferentes para representar diferentes ideas, desde la vida y la fertilidad hasta la purificación y la salvación.
La palabra agua en la Biblia proviene de la palabra hebrea mayim y la palabra griega hudor, ambas significan literalmente agua. En el Antiguo Testamento, el agua es usada para representar vida y fertilidad. Por ejemplo, en Génesis 1:2, se dice que el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Esto se refiere a una profunda fuente de vida, una fuente que fue creada por Dios para nutrir la tierra. En este mismo pasaje, el agua también se usa para representar la separación entre el cielo y la tierra, mostrando que Dios es el creador de todas las cosas.
En el Nuevo Testamento, el agua es usada como un símbolo de purificación. En Mateo 3:11, Juan el Bautista dice: "Yo os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene después de mí, es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego". Aquí, el agua se usa como un símbolo de purificación de los pecados, ya que el bautismo es una forma de arrepentimiento. Además, el agua también se usa como un símbolo de la salvación que se obtiene a través de Jesús, ya que fue Él quien prometió bautizarnos en el Espíritu Santo y el fuego.
En última instancia, el significado bíblico de la palabra agua es profundo y variado. Representa la vida, la fertilidad, la purificación y la salvación, todos los cuales tienen su origen en el poder y la bondad de Dios. El agua es un regalo precioso de Dios, que nos ha dado la capacidad de alcanzar la salvación y la reconciliación con Él. El agua, entonces, debe ser honrada y valorada como un regalo sagrado.
Última actualización: 13 julio, 2022
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de agua:
Génesis 1:20
Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
Génesis 1:21
Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Génesis 1:22
Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
Génesis 7:17
Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.
Génesis 7:18
Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
Génesis 8:1
Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.
Génesis 8:5
Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.
Génesis 8:8
Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
Génesis 8:9
Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
Génesis 8:11
Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.