Edomita Significado Bíblico

La palabra "edomita" tiene un significado muy importante en la Biblia. En hebreo, la palabra "edomita" se deriva de "Edom", que significa "rojo". Esta palabra se refiere a la descendencia de Esaú, el hermano gemelo de Jacob, quien también era conocido como Israel. Los edomitas eran los descendientes de Edom, y su historia y presencia en la Biblia juegan un papel significativo en la narrativa bíblica.

El origen de la palabra "edomita" se remonta a Génesis, el primer libro de la Biblia. Según la historia, Esaú era el hijo mayor de Isaac y el hermano gemelo de Jacob. Desafortunadamente para Esaú, vendió su primogenitura a Jacob por un plato de lentejas. Esto resultó en una gran rivalidad entre los dos hermanos y sus descendientes.

Los edomitas se establecieron en la región montañosa de Seir, al sureste de Israel. En el libro de Génesis, se menciona que Esaú se casó con mujeres cananeas, lo que llevó a una mezcla de culturas y creencias en la línea de los edomitas. A medida que la historia bíblica se desarrolla, los edomitas se convierten en un pueblo independiente y poderoso, con sus propios reyes y territorio.

La presencia de los edomitas en la Biblia es evidente en varios pasajes. En el libro de Éxodo, cuando los israelitas salieron de Egipto y se dirigieron a la Tierra Prometida, los edomitas les negaron el paso por su territorio. Esta negativa a permitir el paso a los israelitas provocó una tensión continua entre los dos pueblos a lo largo de la historia bíblica.

En el libro de Oseas, los edomitas se mencionan como una nación que enfrenta la ira de Dios debido a su falta de arrepentimiento y su persistente hostilidad hacia Israel. En el libro de Abdías, los edomitas son condenados y castigados por su arrogancia y su participación en la destrucción de Jerusalén.

En resumen, la palabra "edomita" en la Biblia se refiere a los descendientes de Esaú y su linaje. Su historia y presencia en la narrativa bíblica tienen un significado profundo y se entrelazan con la historia de Israel. La rivalidad entre los edomitas y los israelitas es una parte importante de la historia bíblica y muestra las consecuencias de las decisiones tomadas en el pasado. A través de la historia de los edomitas, podemos aprender lecciones valiosas sobre el arrepentimiento, la soberbia y las consecuencias de nuestras acciones.

Versículos de Edomita

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de edomita:

Deuteronomio 23:7 No aborrecerás al edomita, porque es tu hermano; no aborrecerás al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra.

1 Samuel 21:7 Y estaba allí aquel día detenido delante de Jehová uno de los siervos de Saúl, cuyo nombre era Doeg, edomita, el principal de los pastores de Saúl.

1 Samuel 22:18 Entonces dijo el rey a Doeg: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y se volvió Doeg el edomita y acometió a los sacerdotes, y mató en aquel día a ochenta y cinco varones que vestían efod de lino.

1 Samuel 22:22 Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el edomita, él lo había de hacer saber a Saúl. Yo he ocasionado la muerte a todas las personas de la casa de tu padre.

2 Samuel 8:13 Así ganó David fama. Cuando regresaba de derrotar a los sirios, destrozó a dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal.

2 Samuel 8:14 Y puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.

1 Reyes 11:17 Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto; era entonces Hadad muchacho pequeño.

1 Crónicas 18:12 Además de esto, Abisai hijo de Sarvia destrozó en el valle de la Sal a dieciocho mil edomitas.

2 Crónicas 21:9 Entonces pasó Joram con sus príncipes, y todos sus carros; y se levantó de noche, y derrotó a los edomitas que le habían sitiado, y a todos los comandantes de sus carros.

Salmos 52:1 Futilidad de la jactancia del maloAl músico principal. Masquil de David, cuando vino Doeg edomita y dio cuenta a Saúl diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.

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