La palabra "eloí" tiene un significado muy importante en la Biblia. Se menciona en varios pasajes del Antiguo Testamento y representa una invocación o súplica dirigida a Dios.
La etimología de la palabra "eloí" proviene del hebreo antiguo y está relacionada con el término "El", que significa "Dios" en hebreo. En la Biblia, "eloí" se utiliza como una forma poética y reverente de dirigirse a Dios, especialmente en momentos de angustia o necesidad.
La primera vez que se menciona "eloí" en la Biblia es en el Salmo 22:1, donde el rey David lo utiliza para clamar a Dios en medio de su sufrimiento. El versículo dice: "Eloí, eloí, ¿lama sabactani?", lo cual se traduce como "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?". Esta frase es conocida como la primera palabra del Salmo 22 y es considerada una expresión de profunda angustia y abandono.
En otros pasajes del Antiguo Testamento, "eloí" también aparece en momentos de súplica y adoración a Dios. Por ejemplo, en el libro de Esdras 10:1, el pueblo de Israel se arrepiente de sus pecados y clama a Dios diciendo: "Eloí mío, he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos". En este caso, "eloí" se utiliza como una forma de reconocer la soberanía de Dios y buscar su perdón.
Además de su significado literal, "eloí" también tiene un significado simbólico en la Biblia. Representa la confianza y la dependencia en Dios, así como la certeza de que Él escucha y responde a las oraciones de su pueblo. Al clamar a Dios con el nombre de "eloí", se reconoce su poder y su capacidad para intervenir en las circunstancias humanas.
En el contexto bíblico, "eloí" es una expresión de fe y humildad ante la presencia de Dios. Es un recordatorio de que Él es el único digno de ser adorado y reverenciado, y que su ayuda y su consuelo están siempre disponibles para aquellos que lo buscan de corazón.
En resumen, la palabra "eloí" tiene un profundo significado en la Biblia. Representa una invocación y súplica dirigida a Dios, y se utiliza como una expresión de confianza, dependencia y adoración. Su etimología está relacionada con el término hebreo "El", que significa "Dios", y su origen se remonta a los primeros escritos del Antiguo Testamento. Al clamar a Dios con el nombre de "eloí", reconocemos su poder y su capacidad para intervenir en nuestras vidas, y demostramos nuestra fe y humildad ante su presencia.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de eloí:
Marcos 15:34
Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?