La palabra "dureza" tiene un significado muy relevante en la Biblia. En el contexto bíblico, este término se utiliza para describir diferentes aspectos relacionados con la actitud y el corazón del ser humano. La etimología de la palabra "dureza" proviene del latín "duritia", que significa "dureza" o "rigidez". A lo largo de la historia, la palabra ha evolucionado y se ha utilizado en diferentes contextos, pero en la Biblia adquiere un significado espiritual y moral.
En la Biblia, la palabra "dureza" se utiliza para describir la actitud obstinada y rebelde del corazón humano hacia Dios. Se refiere a la resistencia a la voluntad de Dios y la falta de disposición para someterse a Su autoridad. La dureza del corazón implica una falta de sensibilidad espiritual y una resistencia a la corrección y guía divina.
Este concepto se menciona en varios pasajes bíblicos, como en el libro de Éxodo 7:13, donde se relata la historia de Faraón, quien se negó a liberar al pueblo de Israel a pesar de las plagas enviadas por Dios. En este contexto, la dureza del corazón de Faraón se convierte en un símbolo de su terquedad y su negativa a obedecer la voluntad de Dios.
En el Nuevo Testamento, Jesús también habla sobre la dureza del corazón en varios pasajes. En el libro de Marcos 10:5, Jesús menciona la dureza del corazón de los fariseos, quienes se habían vuelto insensibles a la verdad y se aferraban a sus propias tradiciones y leyes humanas. Jesús les enseña sobre la importancia de tener un corazón dispuesto y abierto a la voluntad de Dios.
La dureza del corazón también se relaciona con la falta de arrepentimiento y la resistencia al perdón divino. En el libro de Romanos 2:5, se menciona que la dureza del corazón lleva a acumular ira y juicio para el día de la ira de Dios. Aquellos que persisten en su dureza de corazón se alejan de la gracia y misericordia de Dios, y se enfrentan a las consecuencias de su elección.
En resumen, la palabra "dureza" en la Biblia se refiere a la actitud obstinada y rebelde del corazón humano hacia Dios. Implica una resistencia a la voluntad divina y una falta de sensibilidad espiritual. La dureza del corazón se relaciona con la falta de disposición para someterse a la autoridad de Dios y la falta de arrepentimiento. Es importante tener un corazón dispuesto y abierto a la guía y corrección divina, para evitar caer en la dureza del corazón y sus consecuencias.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de dureza:
Levítico 25:46
Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.
Deuteronomio 9:27
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado,
Deuteronomio 29:19
y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.
Job 38:38
Cuando el polvo se ha convertido en dureza, Y los terrones se han pegado unos con otros?
Salmos 81:12
Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios consejos.
Jeremías 7:24
Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante,
Ezequiel 34:4
No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.
Marcos 3:5
Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.
Marcos 10:5
Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento;
Romanos 2:5
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,