La palabra "falta" tiene un significado importante en la Biblia y representa un concepto esencial en el contexto bíblico. Su etimología y origen se remontan a las escrituras sagradas del Antiguo y Nuevo Testamento, donde se utiliza para describir la condición humana y la necesidad de redención.
Desde el punto de vista etimológico, la palabra "falta" proviene del latín "fallere", que significa "errar" o "equivocarse". En el contexto bíblico, se utiliza para referirse al pecado y a la transgresión de los mandamientos divinos. La Biblia enseña que todos los seres humanos han pecado y han caído en falta ante Dios.
En el Antiguo Testamento, encontramos numerosas referencias a la falta humana y a la necesidad de arrepentimiento y perdón. El libro del Génesis relata la historia de Adán y Eva, quienes cometieron una falta al desobedecer el mandato de Dios de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Esta falta original marcó el inicio de la condición pecaminosa de la humanidad.
En los Salmos, el rey David reconoce su falta y clama a Dios por misericordia y restauración. En el Salmo 51:3-4, David dice: "Reconozco mis faltas; siempre tengo presentes mis pecados. Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo que es malo ante tus ojos." Estas palabras reflejan la conciencia de David de su falta y su necesidad de perdón y reconciliación con Dios.
En el Nuevo Testamento, la palabra "falta" adquiere un significado aún más profundo a través de la enseñanza de Jesús y la redención que ofrece a través de su muerte en la cruz. Jesús se presenta como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y su sacrificio en la cruz es el medio por el cual la humanidad puede ser liberada de la culpa y la condenación de su falta.
El apóstol Pablo también aborda el tema de la falta en sus epístolas, enseñando que todos han pecado y están separados de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Sin embargo, a través de la fe en Jesús y su sacrificio expiatorio, podemos ser justificados y reconciliados con Dios, siendo librados de la pena y las consecuencias eternas de nuestra falta.
En resumen, la palabra "falta" tiene un profundo significado bíblico que abarca la condición pecaminosa de la humanidad y la necesidad de redención y perdón. Su origen etimológico en el latín "fallere" refuerza su sentido de error y equivocación. A través de las enseñanzas de la Biblia, comprendemos que todos somos culpables de falta ante Dios, pero también encontramos la esperanza y la salvación en Jesús, quien ofrece perdón y reconciliación a todos aquellos que creen en él.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de falta:
Génesis 41:9
Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón, diciendo: Me acuerdo hoy de mis faltas.
Éxodo 28:38
Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
Deuteronomio 2:7
pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
Deuteronomio 15:10
Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.
Deuteronomio 15:11
Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra.
Deuteronomio 15:21
Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios.
Deuteronomio 17:1
No ofrecerás en sacrificio a Jehová tu Dios, buey o cordero en el cual haya falta o alguna cosa mala, pues es abominación a Jehová tu Dios.
Josué 23:14
Y he aquí que yo estoy para entrar hoy por el camino de toda la tierra; reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado una palabra de todas las buenas palabras que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas.
Jueces 19:19
Nosotros tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada.
1 Samuel 9:6
Él le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino.