El término "reintegrar" tiene un significado muy relevante en la Biblia, ya que se utiliza para describir el proceso de restauración y renovación espiritual que Dios ofrece a sus seguidores. La palabra "reintegrar" proviene del latín "reintegrare", que significa "volver a hacer completo". En el contexto bíblico, este término se refiere a la acción de Dios de devolver a las personas a un estado de plenitud y comunión con Él.
El origen de la palabra "reintegrar" se remonta a los textos hebreos y griegos de la Biblia. En hebreo, la palabra utilizada es "shuv", que significa "volver" o "regresar". Este término se usa en diversas ocasiones en el Antiguo Testamento para describir el acto de volver a Dios después de haberse apartado de Él. Por otro lado, en griego, la palabra utilizada es "apokathistemi", que significa "restaurar" o "restituir". Esta palabra se encuentra en el Nuevo Testamento y se utiliza para describir la restauración de la relación entre Dios y el ser humano a través de la obra redentora de Jesucristo.
En la Biblia, el concepto de reintegrar está estrechamente relacionado con la idea de arrepentimiento y perdón. Dios invita a las personas a volver a Él, a arrepentirse de sus pecados y a recibir su perdón. En el libro de Joel 2:12-13, se lee: "Ahora pues, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios, porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo". Aquí se muestra claramente la invitación de Dios a reintegrarse a Él, a volver con sinceridad y humildad para recibir su perdón y restauración.
En el Nuevo Testamento, Jesús también habla sobre la importancia de reintegrarse a Dios. En Lucas 15, Jesús cuenta tres parábolas: la parábola de la oveja perdida, la parábola de la moneda perdida y la parábola del hijo pródigo. En estas parábolas, Jesús ilustra la alegría y el amor de Dios cuando una persona se reintegra a Él. En Lucas 15:7, Jesús dice: "Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento". Estas palabras de Jesús nos muestran que la reintegración a Dios es una experiencia transformadora y llena de gozo tanto para el individuo como para el cielo.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "reintegrar" está relacionado con la restauración y renovación espiritual que Dios ofrece a sus seguidores. A través del arrepentimiento y el perdón, las personas pueden volver a un estado de plenitud y comunión con Dios. Este concepto está presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, y es una invitación constante de Dios para todos aquellos que deseen experimentar su amor y gracia.
Última actualización: 12 octubre, 2023
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