La palabra "ajeno" es un término utilizado en la Biblia para referirse a algo que no nos pertenece, que no es de nuestra propiedad o que está fuera de nuestro control. En su origen, la palabra "ajeno" proviene del latín "alienus", que significa "extraño" o "que pertenece a otro".
En la Biblia, el término "ajeno" se utiliza para hablar de diferentes situaciones y conceptos. En muchos casos, se refiere a las posesiones materiales de alguien, como por ejemplo en el mandamiento "No codiciarás los bienes ajenos" (Éxodo 20:17). Esto nos enseña que debemos respetar la propiedad de los demás y no desear lo que no nos pertenece.
Además, la palabra "ajeno" también se utiliza para hablar de las relaciones personales y la forma en que nos relacionamos con los demás. Por ejemplo, en el libro de Proverbios se nos enseña que no debemos entremeternos en los asuntos ajenos: "El que pasa de largo y se entromete en contienda ajena, es como el que toma del perro por las orejas" (Proverbios 26:17). Esto nos muestra la importancia de respetar la privacidad y la autonomía de los demás.
Otro aspecto importante del significado bíblico de la palabra "ajeno" es su relación con Dios. En la Biblia, se nos enseña que somos "ajenos" a Dios cuando vivimos en pecado y nos apartamos de su voluntad. Por ejemplo, en el libro de Efesios se nos dice: "En otro tiempo, ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados, en los cuales solían vivir cuando seguían la corriente de este mundo y el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los que viven en desobediencia. Entre ellos también todos nosotros vivimos en otro tiempo, satisfaciendo los deseos de nuestra carne y de nuestra mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!" (Efesios 2:1-5). Esta pasaje nos muestra que a través de la fe en Jesucristo, podemos ser reconciliados con Dios y dejar de ser "ajenos" a él.
En resumen, la palabra "ajeno" en la Biblia se refiere a algo que no nos pertenece, que está fuera de nuestro control o que no está en armonía con la voluntad de Dios. Nos enseña la importancia de respetar la propiedad de los demás, de no entrometernos en sus asuntos y de buscar la reconciliación con Dios a través de la fe en Jesucristo.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de ajeno:
Génesis 35:4
Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.
Éxodo 20:3
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Deuteronomio 5:7
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Deuteronomio 13:2
y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
Deuteronomio 13:6
Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
Deuteronomio 18:20
El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.
Deuteronomio 28:14
y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.
Deuteronomio 29:26
y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.
Josué 23:16
si traspasareis el pacto de Jehová vuestro Dios que él os ha mandado, yendo y honrando a dioses ajenos, e inclinándoos a ellos. Entonces la ira de Jehová se encenderá contra vosotros, y pereceréis prontamente de esta buena tierra que él os ha dado.
Josué 24:20
Si dejareis a Jehová y sirviereis a dioses ajenos, él se volverá y os hará mal, y os consumirá, después que os ha hecho bien.