La palabra "testificar" tiene un significado profundo en la Biblia. Etimológicamente, proviene del latín "testificare", que significa "dar testimonio" o "dar fe". En el contexto bíblico, testificar se refiere a la acción de dar testimonio de la verdad o de algo que se ha presenciado o experimentado.
En la Biblia, el acto de testificar es fundamental y se encuentra presente a lo largo de toda la escritura. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, se nos insta a testificar de la verdad de Dios y de su obra en nuestras vidas.
En el Antiguo Testamento, encontramos numerosos ejemplos de personas que testificaron de la grandeza de Dios. Por ejemplo, en el libro de Isaías, se nos dice: "Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que escogí, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí" (Isaías 43:10). Aquí, Dios llama a su pueblo para que sean testigos de su existencia y de su poder. Es a través de su testimonio que otros pueden llegar a conocer a Dios y creer en él.
En el Nuevo Testamento, el acto de testificar adquiere aún más relevancia. Jesús mismo nos instruye a testificar de él y de su obra redentora. En el libro de Hechos, encontramos numerosos ejemplos de los discípulos testificando de Jesús y de su resurrección. Pedro, en su sermón del día de Pentecostés, dijo: "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:11-12). Aquí, Pedro testifica de la exclusividad de la salvación a través de Jesús.
El apóstol Pablo también nos exhorta a testificar de la gracia de Dios en nuestras vidas. En su carta a los Efesios, escribe: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8). Aquí, Pablo testifica de la gracia salvadora de Dios y nos anima a hacer lo mismo.
Es importante destacar que testificar no se trata solo de palabras, sino también de acciones. Nuestro testimonio debe estar respaldado por nuestro estilo de vida y nuestra conducta. Jesús nos dice en el Evangelio de Mateo: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:16). Nuestro testimonio debe ser coherente con la verdad que proclamamos.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "testificar" se refiere a dar testimonio de la verdad de Dios y de su obra en nuestras vidas. Es un llamado a ser testigos de su existencia, poder y salvación. A través de nuestro testimonio, podemos llevar a otros a conocer a Dios y a creer en él. Testificar implica tanto palabras como acciones, y nuestro testimonio debe ser coherente con la verdad que proclamamos. Que podamos ser fieles testigos de la verdad de Dios en todas las áreas de nuestras vidas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de testificar:
Levítico 5:1
Si alguno pecare por haber sido llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denunciare, él llevará su pecado.
Deuteronomio 19:16
Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar contra él,
Job 15:6
Tu boca te condenará, y no yo; Y tus labios testificarán contra ti.
Job 16:8
Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
Job 31:35
¡Quién me diera quien me oyese! He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí, Aunque mi adversario me forme proceso.
Salmos 50:7
Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo.
Oseas 7:10
Y la soberbia de Israel testificará contra él en su cara; y no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron con todo esto.
Hechos 26:5
los cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión, viví fariseo.
Santiago 5:3
Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.