Adoración Significado Bíblico
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En el Nuevo Testamento, la palabra más común traducida como adoración en el griego original es
proskuneó, que significa
arrodillarse o postrarse para rendir homenaje o hacer reverencia, ya sea para expresar respeto o para hacer una súplica.
En hebreo adoración es shajá. Según
Un léxico hebreo e inglés del Antiguo Testamento (BDB), adorar significa inclinarse, postrarse, ante un monarca o superior, en homenaje, etc.
Por lo tanto, las dos palabras principales en hebreo y griego para adoración en la Biblia significan lo mismo:
inclinarse o poner el rostro en tierra. Es un reconocimiento de la
gloria de Dios.
Sin embargo, la palabra adoración en inglés significa
reconocer y atribuir valor a alguien o algo. Así pues, mientras las palabras bíblicas en griego y hebreo describen el acto físico de adoración, el de arrodillarse, inclinarse o postrarse en el suelo, la traducción al inglés describe la razón por la que hacemos este gesto, el reconocimiento.
Génesis 4 narra el primer acto de adoración a Dios por parte de
Caín y
Abel. En los versículos 3 y 4, leemos acerca de los dos hermanos que llevaban ofrendas al Señor. Esta idea de adoración se encuentra en todo el Antiguo Testamento.
Por ejemplo, después de que Dios le pide a
Abraham que sacrifique a su hijo
Isaac, cuando llegan a la montaña,
Abraham ordena a sus siervos:
"Quédense aquí con el burro mientras yo y el niño vamos allá. Adoraremos y luego regresaremos a ti". (Génesis 22: 5). Una vez más, adorar aquí significa ofrecer un
sacrificio al Señor.
Así pues, la adoración cristiana es el acto de alabar a Dios por todo lo que es:
Santo, Puro,
Justo, Todopoderoso, Amoroso y
Soberano. La adoración es el acto de expresar reverencia, honor y respeto a Dios. Dado que es una acción interna e individual, puede realizarse la mayor parte del tiempo, sin importar el lugar o la situación (Juan 4:21). Por lo tanto, los cristianos adoran todo el tiempo, los siete días de la semana, de forma individual.
Para los creyentes en Jesucristo, el servicio como expresión de adoración siempre se entiende como involucrarse en cualquiera de los cinco ministerios de la Iglesia (Efesios 4:11). Sin embargo, el concepto de adoración no debe restringirse a la asistencia a la iglesia, sino que debe abarcar toda una vida de
obediencia a Dios.
Dado que las acciones externas no son importantes en la adoración cristiana, no existe una regla con respecto a si debemos sentarnos, postrarnos, estar en silencio o cantar alabanzas en voz alta mientras estamos en la adoración colectiva. Estas cosas deben decidirse según la naturaleza de la congregación. Lo más importante es que adoramos a Dios en
espíritu (en nuestro
corazón) y en verdad (en nuestra mente).