La palabra "implorar" tiene un profundo significado en la Biblia. En su sentido más básico, implica hacer una petición ferviente o suplicar con intensidad. Sin embargo, su significado va más allá de una simple súplica, ya que implica una actitud de humildad y dependencia hacia Dios.
La palabra "implorar" tiene su origen en el latín "implorare", que significa "suplicar" o "rogar". En la Biblia, esta palabra se utiliza para transmitir la idea de buscar la misericordia y el favor de Dios a través de la oración y la adoración.
La primera vez que encontramos la palabra "implorar" en la Biblia es en el libro de Génesis, cuando Abraham intercede ante Dios por la ciudad de Sodoma y Gomorra. En Génesis 18:23-32, Abraham se acerca a Dios con humildad y le ruega que no destruya la ciudad si encuentra al menos diez personas justas en ella. Esta es una clara demostración de implorar a Dios por misericordia y gracia.
La palabra "implorar" también se utiliza en los Salmos, donde los salmistas expresan su anhelo y necesidad de Dios. Por ejemplo, en el Salmo 86:3, David dice: "Ten piedad de mí, Señor, porque a ti clamo todo el día". Aquí, David está implorando a Dios por su compasión y ayuda en momentos de dificultad.
Otro ejemplo de implorar a Dios se encuentra en el libro de Jeremías. En Jeremías 33:3, Dios dice: "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Aquí, Dios invita a su pueblo a implorarle, prometiéndoles que les responderá y les revelará cosas maravillosas.
En el Nuevo Testamento, Jesús también nos enseña sobre la importancia de implorar a Dios. En Mateo 7:7, Jesús dice: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá". Aquí, Jesús nos anima a implorar a Dios, prometiéndonos que él nos escuchará y nos responderá.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "implorar" implica hacer una petición ferviente y humilde a Dios, buscando su misericordia, favor y ayuda. Esta actitud de dependencia y confianza en Dios es fundamental en la vida del creyente, ya que nos permite experimentar su gracia y poder en nuestras vidas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de implorar:
2 Reyes 8:3
Y cuando habían pasado los siete años, la mujer volvió de la tierra de los filisteos; después salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras.
2 Reyes 8:5
Y mientras él estaba contando al rey cómo había hecho vivir a un muerto, he aquí que la mujer, a cuyo hijo él había hecho vivir, vino para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir.
Salmos 45:12
Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo.
Zacarías 7:2
cuando el pueblo de Bet-el había enviado a Sarezer, con Regem-melec y sus hombres, a implorar el favor de Jehová,
Zacarías 8:21
y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré.
Zacarías 8:22
Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.