La constancia es un concepto esencial en la Biblia que se refiere a la perseverancia, la firmeza y la persistencia en la fe y en la práctica de los mandamientos de Dios. En la Sagrada Escritura, la palabra "constancia" aparece en diferentes contextos y con diferentes significados, pero todos ellos están relacionados con la idea de mantenerse firmes en la fe y en el camino de Dios.
La etimología de la palabra "constancia" proviene del latín "constantia", que significa "firmeza" o "perseverancia". Este término se deriva a su vez del verbo latino "constare", que significa "mantenerse firme" o "permanecer constante". Por lo tanto, podemos entender la constancia como la cualidad de mantenerse firme y perseverante en una determinada situación o en una determinada creencia.
En la Biblia, la constancia se presenta como una virtud fundamental que todo creyente debe cultivar. El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos, exhorta a los cristianos a ser constantes en la oración y en la esperanza: "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias... Alegraos en la esperanza, sed pacientes en la tribulación, perseverad en la oración" (Romanos 12:12).
La constancia también se relaciona estrechamente con la fe y la confianza en Dios. El libro de Hebreos nos dice: "Por la fe, Moisés, cuando ya era grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado. Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón" (Hebreos 11:24-26). Moisés fue un ejemplo de constancia y perseverancia en la fe, prefiriendo sufrir por causa de Dios antes que recibir los placeres temporales del pecado.
Otro ejemplo de constancia en la Biblia lo encontramos en el apóstol Pablo, quien a pesar de enfrentar numerosas adversidades y persecuciones, se mantuvo firme en su fe y en la predicación del evangelio. En su carta a los Filipenses, Pablo escribe: "Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Filipenses 3:13-14). Pablo nos enseña la importancia de seguir adelante, sin desanimarnos ni desviarnos del camino, manteniendo siempre la mirada en el premio que Dios tiene reservado para aquellos que perseveran en la fe.
En resumen, la constancia es una virtud fundamental en la Biblia que se refiere a la perseverancia, la firmeza y la persistencia en la fe y en la práctica de los mandamientos de Dios. A lo largo de la Escritura, se nos exhorta a ser constantes en la oración, en la esperanza y en la fe, siguiendo el ejemplo de personajes bíblicos como Moisés y Pablo. La constancia nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra relación con Dios y a perseverar en medio de las dificultades y pruebas que enfrentamos en la vida.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de constancia:
1 Tesalonicenses 1:3
acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.