La sepultura es un término que tiene un significado muy importante en la Biblia. Desde sus orígenes, ha sido utilizado para hacer referencia al acto de enterrar a los muertos y a los lugares donde se lleva a cabo esta acción. En este artículo, exploraremos el significado bíblico de la sepultura, su etimología y su origen.
La palabra "sepultura" proviene del latín "sepultura", que a su vez deriva del verbo "sepelire", que significa "enterrar". Este término ha sido utilizado a lo largo de la historia para referirse a los lugares donde se entierran los cuerpos de los difuntos.
En la Biblia, la sepultura tiene un significado simbólico y espiritual. Representa el fin de la vida terrenal y el comienzo de la vida eterna. Además, también se asocia con la resurrección y la esperanza de vida después de la muerte.
En el Antiguo Testamento, se mencionan varias veces las sepulturas como lugares de descanso para los muertos. Por ejemplo, en el libro de Génesis se relata cómo Abraham compró una cueva para sepultar a su esposa Sara. Esta cueva, conocida como la cueva de Macpela, se considera un lugar sagrado para el pueblo judío.
En el Nuevo Testamento, la sepultura adquiere un significado aún más profundo. Jesús, el hijo de Dios, fue crucificado y posteriormente sepultado en una tumba. Sin embargo, al tercer día, resucitó de entre los muertos, demostrando su poder sobre la muerte y la salvación que ofrece a aquellos que creen en él.
La sepultura de Jesús y su posterior resurrección son fundamentales en la fe cristiana. Representan la victoria sobre el pecado y la muerte, y la promesa de vida eterna para todos aquellos que creen en él.
En el contexto bíblico, la sepultura también se relaciona con la purificación y la separación del pecado. En el libro de Levítico, se establecen diversas leyes sobre la purificación de los cadáveres y la importancia de enterrar a los muertos de manera adecuada.
Además, la sepultura también se menciona en varios salmos y profecías. En el Salmo 16:10, se profetiza la resurrección de Jesús: "No dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu Santo vea corrupción". Esta profecía se cumplió con la resurrección de Jesús, quien venció la muerte y ascendió al cielo.
En resumen, la sepultura tiene un significado profundo en la Biblia. Representa el fin de la vida terrenal y el comienzo de la vida eterna. Además, se asocia con la resurrección y la esperanza de vida después de la muerte. La sepultura de Jesús y su posterior resurrección son fundamentales en la fe cristiana, ya que simbolizan la victoria sobre el pecado y la muerte. En el contexto bíblico, la sepultura también se relaciona con la purificación y la separación del pecado.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de sepultura:
Génesis 23:9
para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al extremo de su heredad; que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.
Génesis 23:20
Y quedó la heredad y la cueva que en ella había, de Abraham, como una posesión para sepultura, recibida de los hijos de Het.
Génesis 50:13
pues lo llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de sepultura, de Efrón el heteo, al oriente de Mamre.
Deuteronomio 34:6
Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.
Josué 24:32
Sepultura de los huesos de José en Siquem Y enterraron en Siquem los huesos de José, que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de dinero; y fue posesión de los hijos de José.
Job 5:26
Vendrás en la vejez a la sepultura, Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.
Job 10:19
Fuera como si nunca hubiera existido, Llevado del vientre a la sepultura.
Salmos 30:3
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
Salmos 143:7
Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu; No escondas de mí tu rostro, No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.
Isaías 53:9
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.