El significado bíblico de la palabra "jacinto" se encuentra en la Biblia en el libro de Apocalipsis, específicamente en el capítulo 21, versículo 20. En este pasaje se menciona que las bases de los muros de la nueva Jerusalén están adornadas con piedras preciosas, entre ellas el jacinto.
El jacinto es una piedra preciosa de color azul intenso, similar al zafiro. Se cree que su nombre proviene del hebreo "tekelet", que significa "azul". En el contexto bíblico, el jacinto representa la belleza y la majestuosidad de la nueva Jerusalén, que es descrita como una ciudad celestial.
En la etimología de la palabra "jacinto" encontramos diferentes teorías. Algunos sostienen que proviene del latín "hyacinthus", que a su vez deriva del griego "hyakinthos". En la mitología griega, Hyacinthus era un joven amado por el dios Apolo, quien después de su muerte lo transformó en una flor de color azul, que posteriormente se asoció con el jacinto.
En la Biblia, el jacinto es mencionado en el contexto de la nueva Jerusalén, que es descrita como una ciudad celestial con calles de oro y muros adornados con piedras preciosas. El hecho de que el jacinto sea mencionado como una de estas piedras preciosas resalta su belleza y valor en el contexto bíblico.
El jacinto es mencionado junto con otras piedras preciosas en el libro de Apocalipsis, como el zafiro, el topacio y el crisólito. Estas piedras son asociadas con la gloria y la perfección divina, y simbolizan la belleza y la pureza de la nueva Jerusalén.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "jacinto" se encuentra en el libro de Apocalipsis, donde se menciona como una de las piedras preciosas que adornan las bases de los muros de la nueva Jerusalén. El jacinto representa la belleza y la majestuosidad de esta ciudad celestial, y su etimología y origen se remontan al griego y la mitología griega.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de jacinto:
Éxodo 28:19
la tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista;
Éxodo 39:12
La tercera hilera, un jacinto, una ágata y una amatista.
Ester 1:6
El pabellón era de blanco, verde y azul, tendido sobre cuerdas de lino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol; los reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y de alabastro y de jacinto.
Cantares 5:14
Sus manos, como anillos de oro engastados de jacintos; Su cuerpo, como claro marfil cubierto de zafiros.
Apocalipsis 21:20
el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.