El significado bíblico de la palabra "lágrimas" es de gran importancia en el contexto de la Biblia, ya que representa un aspecto profundo de la experiencia humana y espiritual. Las lágrimas son un símbolo de dolor, tristeza, arrepentimiento y angustia en las Escrituras, y se mencionan en numerosos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento.
La etimología de la palabra "lágrimas" se remonta al latín "lacrima", que a su vez proviene del griego "dakruon". Este término se utiliza para referirse al líquido que se produce en los ojos como respuesta a una emoción intensa o dolor emocional. En el contexto bíblico, las lágrimas son consideradas un medio de expresión y comunicación con Dios, ya sea en forma de súplicas, lamentos o acciones de arrepentimiento.
En la Biblia, las lágrimas están asociadas con el sufrimiento y la aflicción. En el Salmo 6:6, el salmista clama a Dios: "Mis ojos se consumen de dolor; se envejecen a causa de todos mis enemigos". Aquí, las lágrimas son un símbolo del sufrimiento y la tristeza profunda que el salmista experimenta. Además, en el Salmo 39:12, el salmista dice: "Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no guardes silencio ante mis lágrimas". Este versículo muestra cómo las lágrimas son utilizadas como una forma de comunicación con Dios, una expresión de angustia y una petición de ayuda y consuelo.
En el Nuevo Testamento, las lágrimas también tienen un significado espiritual y emocional profundo. En el Evangelio de Lucas, se menciona que Jesús derramó lágrimas durante su ministerio terrenal. En Lucas 19:41, se relata que Jesús, al acercarse a Jerusalén, lloró por la ciudad y pronunció palabras de lamentación. Estas lágrimas representan el profundo amor y compasión de Jesús por la humanidad y su tristeza por la falta de fe y la desobediencia. Además, en el libro de Apocalipsis, se menciona que Dios enjugará todas las lágrimas de los ojos de aquellos que le siguen y creen en Él, simbolizando el consuelo y la restauración que Dios ofrece a aquellos que confían en Él.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "lágrimas" se refiere a un símbolo de dolor, tristeza, arrepentimiento y angustia en el contexto de las Escrituras. Las lágrimas son consideradas una forma de comunicación y expresión con Dios, y se mencionan en numerosos pasajes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Representan el sufrimiento humano, la necesidad de consuelo y la esperanza en la restauración que Dios ofrece a aquellos que confían en Él.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de lágrimas:
Salmos 56:8
Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
Salmos 80:5
Les diste a comer pan de lágrimas, Y a beber lágrimas en gran abundancia.
Salmos 126:5
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Isaías 16:9
Por lo cual lamentaré con lloro de Jazer por la viña de Sibma; te regaré con mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale; porque sobre tus cosechas y sobre tu siega caerá el grito de guerra.
Jeremías 9:18
y dense prisa, y levanten llanto por nosotros, y desháganse nuestros ojos en lágrimas, y nuestros párpados se destilen en aguas.
Jeremías 13:17
Mas si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y llorando amargamente se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.
Jeremías 14:17
Les dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy dolorosa.
Lamentaciones 1:2
Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quién la consuele de todos sus amantes; Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.
Lamentaciones 2:11
Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas, Mi hígado se derramó por tierra a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo, Cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
Lucas 7:38
y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.