La palabra "presencia" tiene un significado muy importante en la Biblia. A lo largo de las Escrituras, encontramos referencias a la presencia de Dios, la presencia de Jesús y la presencia del Espíritu Santo. Pero, ¿qué significa realmente esta palabra? ¿Cuál es su origen y su etimología?
La palabra "presencia" viene del latín "praesentia", que significa "estar delante de" o "estar presente". En la Biblia, la presencia se refiere a la manifestación de Dios o de Jesús en un lugar o en la vida de las personas. Es la experiencia de tener a Dios cerca, de sentir su poder y su amor en nuestro día a día.
En el Antiguo Testamento, la presencia de Dios se manifestaba de diferentes maneras. En el Éxodo, por ejemplo, leemos cómo la presencia de Dios se manifestaba en la nube durante el día y en la columna de fuego durante la noche, guiando al pueblo de Israel en su travesía por el desierto. También vemos cómo la presencia de Dios se manifestaba en el Tabernáculo y más tarde en el Templo de Jerusalén, donde el Arca del Pacto era considerada como el lugar donde Dios habitaba.
En el Nuevo Testamento, la presencia de Dios se manifiesta de una manera aún más poderosa a través de Jesús. Jesús es la encarnación de Dios, la manifestación de su presencia en el mundo. Cuando Jesús caminaba sobre la tierra, las personas podían experimentar directamente la presencia de Dios a través de él. Sus palabras y sus acciones revelaban el amor y la voluntad de Dios de una manera tangible.
Además de la presencia de Dios en Jesús, también encontramos referencias a la presencia del Espíritu Santo en la vida de los creyentes. Después de la ascensión de Jesús, el Espíritu Santo fue derramado sobre los discípulos en Pentecostés, y desde entonces, el Espíritu Santo habita en cada creyente, guiando, consolando y capacitando para vivir una vida en comunión con Dios.
La presencia de Dios es una realidad espiritual que trasciende el tiempo y el espacio. No se limita a un lugar físico o a una experiencia puntual, sino que está disponible para todos aquellos que buscan a Dios con sinceridad. La presencia de Dios puede ser experimentada a través de la oración, la adoración, la lectura de la Biblia y la comunión con otros creyentes.
En resumen, la presencia en la Biblia se refiere a la manifestación de Dios o de Jesús en un lugar o en la vida de las personas. Es la experiencia de tener a Dios cerca, de sentir su poder y su amor en nuestro día a día. La presencia de Dios se manifestó de diferentes maneras en el Antiguo Testamento, pero encontró su máxima expresión en Jesús y en el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento. La presencia de Dios no se limita a un lugar físico o a una experiencia puntual, sino que está disponible para todos aquellos que buscan a Dios con sinceridad.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de presencia:
Génesis 3:8
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Génesis 4:14
He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.
Génesis 23:11
No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que está en ella; en presencia de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu muerta.
Génesis 23:13
y respondió a Efrón en presencia del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place, te ruego que me oigas. Yo daré el precio de la heredad; tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.
Génesis 23:16
Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, en presencia de los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, de buena ley entre mercaderes.
Génesis 47:10
Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de la presencia de Faraón.
Éxodo 5:20
Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,
Éxodo 8:12
Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas que había mandado a Faraón.
Éxodo 8:29
Y respondió Moisés: He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar sacrificio a Jehová.
Éxodo 9:1
La plaga en el ganado Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.