La palabra expatriar tiene un significado muy interesante en la Biblia. En su sentido más básico, expatriar se refiere a abandonar o alejarse de la tierra natal. Sin embargo, en el contexto bíblico, este término adquiere un significado más profundo y espiritual.
La etimología de la palabra expatriar proviene del latín "ex", que significa "fuera" y "patria", que significa "tierra natal". Por lo tanto, expatriar se refiere a salir o alejarse de la tierra natal. En la Biblia, esta palabra se utiliza para describir a las personas que abandonan su lugar de origen por diversas razones, como la persecución, la búsqueda de nuevas oportunidades o la obediencia a la voluntad de Dios.
El origen de la palabra expatriar en la Biblia se remonta a varios pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, encontramos ejemplos de personas que fueron expatriadas, como Abraham, quien dejó su tierra natal para seguir la llamada de Dios a Canaán. También está el caso de los israelitas, quienes fueron expatriados de Egipto y pasaron cuarenta años en el desierto antes de llegar a la tierra prometida.
En el Nuevo Testamento, Jesús habla sobre el significado de expatriar en el contexto del seguimiento de su enseñanza. En Lucas 14:33, Jesús dice: "Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo". Aquí, Jesús está instando a sus seguidores a abandonar todo lo que tienen y a expatriarse en el sentido espiritual, dejando atrás sus apegos terrenales para seguirle plenamente.
La idea de expatriarse en la Biblia también se relaciona con la idea de ser extranjero o peregrino en este mundo. En Hebreos 11:13-16, se nos dice que los antiguos patriarcas "confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra". Estos hombres y mujeres de fe reconocieron que su verdadera ciudadanía estaba en el cielo y no en la tierra, y vivieron de acuerdo con esa realidad.
En resumen, el significado bíblico de la palabra expatriar implica abandonar o alejarse de la tierra natal en busca de un propósito más grande y espiritual. Esta idea se encuentra tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, y se relaciona con la obediencia a la voluntad de Dios, el seguimiento de Jesús y el reconocimiento de nuestra ciudadanía celestial. Al expatriarnos en este sentido, nos desprendemos de nuestros apegos terrenales y nos comprometemos a vivir de acuerdo con los principios y valores del reino de Dios.
Última actualización: 12 octubre, 2023
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