El hurto es un término que se menciona en la Biblia y tiene un significado importante en el contexto bíblico. La palabra "hurto" se utiliza para describir el acto de robar o tomar algo de manera ilícita sin el consentimiento del propietario. En este artículo, exploraremos el significado bíblico de la palabra hurto, su etimología y su origen.
El término "hurto" proviene del latín "furtum", que a su vez deriva del verbo "fūrāre", que significa "robar". En la Biblia, encontramos referencias al hurto en el contexto de los mandamientos de Dios y las leyes establecidas para el pueblo de Israel.
El hurto es condenado en la Biblia como un acto de injusticia y violación de los derechos de propiedad. En el libro de Éxodo, encontramos el mandamiento "No hurtarás" (Éxodo 20:15), que prohíbe específicamente el acto de hurto. Este mandamiento establece la importancia de respetar la propiedad de los demás y no tomar lo que no nos pertenece.
Además del mandamiento en Éxodo, encontramos varias referencias al hurto en otros pasajes de la Biblia. En el libro de Proverbios, por ejemplo, se habla del hurto como un acto de maldad y se advierte sobre sus consecuencias. Proverbios 6:30-31 dice: "No menosprecian al ladrón si hurta para saciar su apetito cuando tiene hambre; pero si es descubierto, pagará siete veces; entregará todo el haber de su casa". Estos versículos muestran la gravedad del hurto y su impacto en la vida de una persona.
En el Antiguo Testamento, también encontramos leyes establecidas para castigar el hurto. En el libro de Éxodo, se establece que el ladrón debe pagar una restitución al propietario del bien robado. Éxodo 22:1-4 dice: "Si alguno hurtare buey u oveja, y lo mata o vende, por el buey pagará cinco bueyes, y por la oveja cuatro ovejas... Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte". Estas leyes muestran la importancia de proteger la propiedad y garantizar la justicia en casos de hurto.
El hurto también se menciona en el Nuevo Testamento, donde se insta a los creyentes a no involucrarse en actos de robo. En Efesios 4:28, Pablo escribe: "El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad". Esta enseñanza destaca la importancia de vivir de manera honesta y trabajar para proveer a nuestras necesidades y las de los demás.
En resumen, el hurto es un término que se menciona en la Biblia y tiene un significado importante en el contexto bíblico. Se refiere al acto de robar o tomar algo de manera ilícita sin el consentimiento del propietario. La palabra "hurto" proviene del latín y se deriva del verbo "robar". En la Biblia, encontramos mandamientos y leyes que condenan el hurto y establecen la importancia de respetar la propiedad de los demás. También se nos insta a vivir de manera honesta y trabajar para proveer a nuestras necesidades y las de los demás. El hurto, por lo tanto, es considerado un acto de injusticia y violación de los derechos de propiedad en el contexto bíblico.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de hurto:
Génesis 30:33
Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.
Génesis 31:19
Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre.
Éxodo 22:3
Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.
Éxodo 22:4
Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble.
Mateo 15:19
Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Marcos 7:22
los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez.
Apocalipsis 9:21
y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.