El término "morada" tiene un significado muy importante en la Biblia. En su sentido más básico, se refiere a un lugar donde alguien habita, ya sea temporal o permanentemente. Sin embargo, en el contexto bíblico, la palabra "morada" adquiere un significado más profundo y espiritual.
La etimología de la palabra "morada" proviene del latín "morāta", que significa "lugar de residencia". A lo largo de la historia, este término ha sido utilizado para describir tanto el lugar físico donde alguien vive como el lugar espiritual donde Dios habita.
En la Biblia, la noción de morada se menciona en diferentes contextos. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, se habla de la "Tienda del Encuentro" o "Tabernáculo", que era el lugar donde los israelitas adoraban a Dios durante su travesía por el desierto. Esta tienda era considerada la morada de Dios, donde su presencia se manifestaba de manera especial.
Otro ejemplo es el Templo de Jerusalén, construido por el rey Salomón, que se convirtió en el lugar sagrado donde Dios moraba en medio de su pueblo. El Templo era considerado la morada terrenal de Dios y era el centro de la adoración y el culto.
En el Nuevo Testamento, el concepto de morada adquiere un nuevo significado a través de Jesucristo. En el Evangelio de Juan, Jesús dice: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros" (Juan 14:2, RV60). Aquí, Jesús se refiere a la morada celestial, el lugar donde los creyentes estarán con Dios por toda la eternidad.
En este sentido, la morada se convierte en un símbolo de la comunión íntima y eterna con Dios. Es el lugar donde los creyentes encontrarán descanso, paz y plenitud en la presencia de Dios. Esta morada celestial es descrita como un lugar de gloriosa belleza y felicidad, donde no habrá más dolor ni sufrimiento.
Además, la Biblia también habla de la morada del Espíritu Santo en los creyentes. En 1 Corintios 6:19, se nos dice: "¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (RV60). Aquí, el apóstol Pablo nos enseña que, como creyentes, el Espíritu Santo habita en nosotros, convirtiéndonos en moradas vivientes de Dios.
En resumen, el término "morada" en la Biblia se refiere tanto a lugares físicos donde Dios ha manifestado su presencia de manera especial, como el Tabernáculo y el Templo, así como a la morada celestial donde los creyentes estarán con Dios por toda la eternidad. También se utiliza para describir la presencia del Espíritu Santo en los creyentes. En última instancia, la morada representa la comunión íntima y eterna con Dios y es un recordatorio de su amor y cuidado por su pueblo.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de morada:
Génesis 36:43
Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom según sus moradas en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.
Éxodo 35:3
No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.
1 Reyes 8:66
Y al octavo día despidió al pueblo; y ellos, bendiciendo al rey, se fueron a sus moradas alegres y gozosos de corazón, por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo y a su pueblo Israel.
2 Crónicas 6:2
Yo, pues, he edificado una casa de morada para ti, y una habitación en que mores para siempre.
2 Crónicas 6:21
Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.
2 Crónicas 6:30
tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres;
2 Crónicas 6:33
tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.
Esdras 7:15
y a llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén,
Job 8:6
Si fueres limpio y recto, Ciertamente luego se despertará por ti, Y hará próspera la morada de tu justicia.
Job 18:15
En su tienda morará como si no fuese suya; Piedra de azufre será esparcida sobre su morada.