La palabra "brujería" es un término que se encuentra en la Biblia y que tiene un significado muy específico. En la Biblia, la brujería se refiere a la práctica de la magia y la hechicería, que es considerada como una actividad maligna e idolátrica.
La palabra "brujería" proviene del griego "pharmakeia", que significa "uso de drogas" o "magia con drogas". En la antigüedad, la brujería estaba estrechamente relacionada con el uso de plantas y sustancias alucinógenas para realizar rituales y conjuros.
En la Biblia, la brujería se menciona en diferentes pasajes, especialmente en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, en Éxodo 22:18 se establece claramente: "No permitirás que viva una hechicera". Esto muestra la severidad con la que la brujería es tratada en la Biblia.
Además, en Deuteronomio 18:10-12 se prohíbe específicamente la práctica de la brujería y la hechicería: "No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos". Estos versículos dejan claro que la brujería es considerada una abominación ante los ojos de Dios.
La brujería se considera una actividad pecaminosa porque implica la búsqueda de poder y conocimiento a través de medios que no están en consonancia con la voluntad de Dios. En lugar de confiar en Dios y buscar su guía, los practicantes de la brujería recurren a poderes sobrenaturales y a prácticas ocultas.
La brujería también se asocia con la adoración de falsos dioses y la idolatría. En la Biblia, se advierte constantemente contra la adoración de ídolos y la participación en rituales paganos. La brujería es vista como una forma de idolatría y una negación de la soberanía de Dios.
Es importante destacar que la Biblia no condena a las personas que practican la brujería, sino que condena la práctica en sí misma. La Biblia enseña que Dios ama a todas las personas y quiere que se arrepientan de sus pecados y vuelvan a él.
En resumen, la brujería es una práctica condenada en la Biblia debido a su carácter idolátrico y su búsqueda de poder y conocimiento a través de medios ocultos. La brujería se considera una abominación ante los ojos de Dios y se prohíbe claramente en las Escrituras. Es importante que los creyentes se alejen de la brujería y busquen la guía y el poder de Dios en sus vidas.
Última actualización: 03 febrero, 2024
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