Poder Significado Bíblico

La palabra "poder" es un término clave en el lenguaje bíblico. En la Biblia, el poder se refiere a la capacidad de Dios para realizar milagros y obrar en el mundo. El término también se usa para describir los dones espirituales y la autoridad de Dios sobre la creación. Por lo tanto, el significado bíblico de la palabra "poder" se refiere a la soberanía de Dios y su habilidad para salvar y transformar las vidas.

Etimología y Origen

La palabra 'poder' proviene del latín "potere", que significa "tener la capacidad de hacer algo". Esta palabra deriva de la raíz indoeuropea "*peu-", que significa "ser fuerte o eficaz". En la Biblia, la palabra se usa para describir el poder de Dios para realizar milagros, para transformar la vida de las personas y para proteger a aquellos que confían en él. En la traducción de la Biblia Reina Valera de 1960, la palabra "poder" se asocia con el poder de Dios para actuar en el mundo. Por ejemplo, "Y dijo Dios: Haya luz; y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios entre la luz y las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día." (Génesis 1: 3-5, RVR-1960).

En este pasaje se describe la creación de la luz como un acto de poder por parte de Dios. Esta escena es un ejemplo del poder de Dios para crear y transformar el mundo a su voluntad. Además, este pasaje demuestra que Dios es el único que tiene el poder para hacer milagros y obrar en el mundo.

Significado Bíblico

En la Biblia, el poder de Dios se asocia con la soberanía de Dios. Dios es el único que tiene el poder para controlar toda la creación. Esta realidad se describe en el Salmo 93: "El señor reina, revestido de majestad; el Señor se reviste, ceñido de poder". El poder de Dios se refiere también a su habilidad para salvar y transformar las vidas. En el libro de Isaías se dice: "La misericordia de Jehová es desde el cielo y hasta los cielos de los cielos; y el poder de Dios es desde el mediodía hasta la postre". Esta cita demuestra que el poder de Dios cubre toda la creación y que es capaz de salvarnos y transformarnos desde la más profunda oscuridad hasta la más profunda luz.

El poder de Dios también se dirige a los dones espirituales. En la Biblia, el poder se asocia con la gracia de Dios, con los dones espirituales y con la autoridad de Dios sobre la creación. En el libro de Hechos se dice: "Mas recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra". Esta cita demuestra que el poder

Última actualización: 17 abril, 2023

Versículos de Poder

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de poder:

Génesis 26:13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.

Génesis 26:16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

Génesis 31:29 Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.

Génesis 31:32 Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.

Génesis 35:4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.

Génesis 39:4 Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.

Génesis 49:3 Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; Principal en dignidad, principal en poder.

Éxodo 15:7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.

Levítico 10:10 para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio,

Levítico 25:30 Y si no fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y para sus descendientes; no saldrá en el jubileo.