El significado bíblico de la palabra barro es muy relevante en diversas ocasiones dentro de las Sagradas Escrituras. Esta palabra se utiliza para hacer referencia a una sustancia terrenal que tiene un simbolismo profundo en la Biblia. A lo largo de los textos sagrados, encontramos varias menciones a este término, lo que nos permite comprender su importancia en el contexto religioso.
La palabra barro proviene del latín vulgar "barrum", que a su vez deriva del latín clásico "varium". La etimología de esta palabra nos lleva a la idea de algo maleable, moldeable y flexible. En la Biblia, el barro se utiliza como un símbolo de la creación divina y de la dependencia del ser humano hacia Dios.
En el libro del Génesis, encontramos una de las menciones más significativas a la palabra barro. En el relato de la creación del primer ser humano, se dice que Dios formó al hombre del polvo de la tierra, es decir, del barro. Esto simboliza la idea de que la humanidad es frágil y depende completamente de la voluntad divina.
Otro pasaje bíblico en el que se menciona la palabra barro es en el libro de Job. En este relato, Job se encuentra en un estado de profunda aflicción y desesperación, y utiliza la metáfora del barro para expresar su vulnerabilidad ante Dios. Job dice: "Soy barro, y en polvo me he convertido" (Job 10:9). Esta frase muestra la humildad y la aceptación de la fragilidad humana frente a la grandeza de Dios.
En el Nuevo Testamento, encontramos una de las menciones más conocidas a la palabra barro. En el libro de Juan, se relata el milagro de Jesús en el que sana a un ciego de nacimiento. Jesús mezcla su saliva con tierra para formar barro, y luego lo aplica sobre los ojos del ciego. Este acto simbólico representa la capacidad de Jesús para transformar y sanar a las personas, incluso en su condición más frágil.
En resumen, el significado bíblico de la palabra barro es profundo y simbólico. Representa la creación divina, la vulnerabilidad humana y la capacidad de transformación. A través de su uso en la Biblia, podemos reflexionar sobre nuestra propia naturaleza frágil y dependiente de Dios. El barro nos recuerda la necesidad de confiar en la voluntad divina y buscar la sanación y transformación que solo Dios puede brindarnos.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de barro:
Levítico 6:28
Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua.
Levítico 14:50
y degollará una avecilla en una vasija de barro sobre aguas corrientes.
Números 5:17
Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua.
2 Samuel 17:28
trajeron a David y al pueblo que estaba con él, camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, garbanzos tostados,
Job 10:9
Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿Y en polvo me has de volver?
Isaías 45:9
¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡El tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: Qué haces?; o tu obra: ¿No tiene manos?
Isaías 64:8
Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.
Jeremías 18:1
La señal del alfarero y el barro Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Jeremías 19:1
La señal de la vasija rota Así dijo Jehová: Ve y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes;
Jeremías 43:9
Toma con tu mano piedras grandes, y cúbrelas de barro en el enladrillado que está a la puerta de la casa de Faraón en Tafnes, a vista de los hombres de Judá;