Arrojar Significado Bíblico

La palabra "arrojar" tiene un significado profundo en la Biblia. En su sentido más básico, arrojar se refiere a lanzar algo con fuerza o violencia. Sin embargo, en el contexto bíblico, esta palabra adquiere un significado más simbólico y espiritual.

La etimología de la palabra "arrojar" proviene del latín "arriptare", que significa "lanzar" o "echar". Esta palabra se deriva a su vez del griego "rhipto", que tiene un significado similar. Ambos términos enfatizan la acción de lanzar algo con determinación y fuerza.

En la Biblia, el acto de arrojar se utiliza en diferentes contextos para transmitir diversas enseñanzas y conceptos espirituales. Una de las aplicaciones más comunes de esta palabra es el arrojar de pecados o iniquidades. Por ejemplo, en el Salmo 103:12 se dice: "Como dista el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones". Aquí, la imagen de arrojar los pecados ilustra cómo Dios aleja nuestras transgresiones de nosotros, permitiéndonos experimentar su perdón y restauración.

La palabra "arrojar" también se utiliza en el contexto de la liberación y el juicio divino. En el relato del Diluvio en el Génesis, se narra cómo Dios arrojó un diluvio sobre la tierra para purificarla del mal y la corrupción. Además, en el libro de Apocalipsis, se habla del juicio final donde se menciona que los impíos serán arrojados al lago de fuego como castigo por sus acciones.

Otro contexto en el que se utiliza la palabra "arrojar" es en relación a la fe y la confianza en Dios. En el Salmo 55:22, se nos anima a "arrojar nuestras cargas sobre el Señor" para encontrar consuelo y fortaleza. Esto implica que debemos confiar en Dios y depositar nuestras preocupaciones y problemas en sus manos, sabiendo que él cuidará de nosotros.

En resumen, la palabra "arrojar" en la Biblia tiene un significado más profundo que simplemente lanzar algo con fuerza. En el contexto espiritual, se utiliza para transmitir conceptos como el perdón de pecados, la liberación, el juicio divino y la confianza en Dios. Al comprender el significado bíblico de esta palabra, podemos obtener una visión más completa de sus implicaciones y aplicaciones en nuestra vida espiritual.

Versículos de Arrojar

Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de arrojar:

Josué 17:12 Mas los hijos de Manasés no pudieron arrojar a los de aquellas ciudades; y el cananeo persistió en habitar en aquella tierra.

Josué 17:13 Pero cuando los hijos de Israel fueron lo suficientemente fuertes, hicieron tributario al cananeo, mas no lo arrojaron.

Josué 23:13 sabed que Jehová vuestro Dios no arrojará más a estas naciones delante de vosotros, sino que os serán por lazo, por tropiezo, por azote para vuestros costados y por espinas para vuestros ojos, hasta que perezcáis de esta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado.

Jueces 1:19 Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.

Jueces 1:21 Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy.

Jueces 2:21 tampoco yo volveré más a arrojar de delante de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando murió;

Jueces 9:29 Ojalá estuviera este pueblo bajo mi mano, pues yo arrojaría luego a Abimelec, y diría a Abimelec: Aumenta tus ejércitos, y sal.

2 Samuel 11:20 si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os acercasteis demasiado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen arrojar desde el muro?

2 Samuel 20:22 La mujer fue luego a todo el pueblo con su sabiduría; y ellos cortaron la cabeza a Seba hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. Y él tocó la trompeta, y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Y Joab se volvió al rey a Jerusalén.

2 Crónicas 26:15 E hizo en Jerusalén máquinas inventadas por ingenieros, para que estuviesen en las torres y en los baluartes, para arrojar saetas y grandes piedras. Y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso.

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