La palabra "pará" tiene un significado rico y profundo en la Biblia, y su presencia en los textos sagrados ha sido objeto de interpretación y reflexión a lo largo de los siglos. Para comprender plenamente el significado bíblico de "pará", es esencial explorar su etimología y origen, así como examinar las diversas instancias en las que aparece en la Escritura.
Etimología y Origen: La palabra "pará" tiene sus raíces en el hebreo, donde se escribe como פָּרָה. Esta palabra es polisémica y puede tener varios significados dependiendo del contexto en el que se utilice. En su forma verbal, puede traducirse como "separar" o "poner aparte". Esta idea de separación es fundamental para comprender su uso en la Biblia, donde a menudo se refiere a la necesidad de apartarse de lo impuro o de dedicarse a lo sagrado.
Significado Bíblico: En la Biblia, encontramos la palabra "pará" en varios pasajes, cada uno con matices específicos de significado. Uno de los contextos más destacados es en relación con las leyes de pureza ritual en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, en Levítico 11:47, se menciona: "para hacer diferencia entre lo inmundo y lo limpio, y entre los animales que se pueden comer y los animales que no se pueden comer." Aquí, "pará" indica la necesidad de separar lo que es puro de lo que es impuro, estableciendo así una distinción clara según las leyes divinas.
Otro uso significativo de "pará" se encuentra en el Nuevo Testamento, específicamente en el Evangelio de Mateo 25:32-33, donde se habla del juicio final: "Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda." Aquí, "pará" denota la acción divina de separar a las personas en base a sus acciones y creencias, estableciendo así la distinción entre aquellos que son dignos y aquellos que no lo son.
Representación Simbólica: La palabra "pará" no solo tiene un significado práctico en términos de separación física o ritual, sino que también lleva consigo una carga simbólica más profunda. En muchos casos, se utiliza para expresar la idea de apartarse del mal, buscar la santidad y acercarse a la voluntad divina. Esta separación no es simplemente un acto externo, sino también un llamado a la transformación interna y a la pureza espiritual.
En resumen, la palabra "pará" en la Biblia va más allá de su significado literal de separación. Es un recordatorio de la importancia de distinguir entre lo sagrado y lo profano, lo puro y lo impuro. Su etimología y origen hebreo contribuyen a enriquecer su significado, proporcionando un contexto cultural y lingüístico para su comprensión. A través de sus diversas apariciones en las Escrituras, "pará" se convierte en un llamado a la separación divinamente ordenada y a la búsqueda de la santidad en la vida cotidiana.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de pará:
Génesis 1:16
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
Génesis 1:18
y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
Génesis 1:29
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Génesis 1:30
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.
Génesis 2:10
Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
Génesis 2:15
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Génesis 2:18
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
Génesis 2:19
Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
Génesis 3:24
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Génesis 4:13
Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.