El páramo es una palabra que aparece en la Biblia y que tiene un significado especial en ese contexto. En el contexto bíblico, la palabra páramo se refiere a un lugar desolado y deshabitado, a menudo asociado con la idea de soledad y abandono.
La palabra páramo tiene su origen en el latín "paramus", que significa "desierto". A lo largo de los siglos, la palabra ha evolucionado y ha adquirido diferentes significados en diferentes idiomas, pero en la Biblia, se utiliza para describir lugares desolados y solitarios.
En la Biblia, el páramo se menciona en varios pasajes, como en el libro de Jeremías 9:10, donde se dice: "Lamentación y llanto se oye de Sion: ¿Cómo hemos sido destruidos! ¿Cómo hemos dejado nuestra tierra, cómo han derribado nuestras casas?" Aquí, el páramo se utiliza para describir la devastación y la desolación.
En el libro de Isaías, también se menciona el páramo en varios versículos. En Isaías 35:1, se dice: "El desierto y la soledad se alegrarán; el yermo se gozará y florecerá como la rosa". Aquí, el páramo se utiliza para describir un lugar que se transforma en un lugar de alegría y belleza.
En el Nuevo Testamento, también encontramos referencias al páramo. En el libro de Mateo 3:1-3, se menciona a Juan el Bautista, que vivía en el páramo y predicaba el arrepentimiento. Aquí, el páramo se utiliza para describir el lugar donde Juan vivía y predicaba, que era un lugar apartado y solitario.
En resumen, en la Biblia, la palabra páramo se utiliza para describir lugares desolados y solitarios, asociados con la devastación y el abandono. Tiene su origen en el latín "paramus", que significa "desierto". A lo largo de la Biblia, encontramos diferentes referencias al páramo, algunas describen la desolación y la destrucción, mientras que otras hablan de la transformación y la belleza que puede surgir en medio de la soledad.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de páramo:
Deuteronomio 3:29
Y paramos en el valle delante de Bet-peor.
Jeremías 50:12
Vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os dio a luz; he aquí será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo.