La palabra "semejanza" es un término bíblico de gran importancia que se encuentra en varias partes de la Biblia. Tiene un significado profundo y se utiliza para transmitir una idea clave en la enseñanza de la palabra de Dios. En este artículo, exploraremos el significado de la palabra "semejanza" en la Biblia, su etimología y origen.
La palabra "semejanza" en la Biblia proviene del término hebreo "דְּמוּת" (demut) y del término griego "ὁμοίωσις" (homoiōsis). Estos términos se utilizan para describir la idea de parecido o similitud entre dos cosas. En el contexto bíblico, la palabra "semejanza" se refiere principalmente a la relación especial entre Dios y la humanidad.
En el libro del Génesis, encontramos el relato de la creación del ser humano en el capítulo 1, versículo 26: "Entonces dijo Dios: Hagamos al ser humano a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Aquí, la palabra "semejanza" implica que el ser humano fue creado para reflejar la imagen de Dios. Esto significa que los seres humanos tienen características y atributos que reflejan la naturaleza de Dios.
La idea de la semejanza entre Dios y la humanidad también se encuentra en el Nuevo Testamento. En el libro de Colosenses, capítulo 3, versículo 10, se nos dice: "y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia el conocimiento, conforme a la imagen de su Creador". Aquí, la palabra "imagen" se utiliza como sinónimo de "semejanza", enfatizando la idea de que los creyentes están siendo renovados para ser más como su Creador.
Es importante destacar que la semejanza con Dios no implica que los seres humanos sean iguales a Dios en todos los aspectos. Los seres humanos son criaturas finitas y limitadas, mientras que Dios es infinito y trascendente. Sin embargo, la semejanza con Dios significa que los seres humanos tienen la capacidad de reflejar ciertos atributos divinos, como el amor, la justicia, la misericordia y la sabiduría.
La semejanza con Dios también implica una responsabilidad moral. En el libro de Levítico, capítulo 19, versículo 2, se nos dice: "Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: 'Sed santos, porque yo, el SEÑOR vuestro Dios, soy santo'". Aquí, la palabra "santo" se utiliza como sinónimo de "semejante a Dios", destacando la importancia de vivir de acuerdo con los principios y valores divinos.
En resumen, la palabra "semejanza" en la Biblia se refiere a la relación especial entre Dios y la humanidad. Implica que los seres humanos fueron creados para reflejar la imagen de Dios y tienen la capacidad de manifestar ciertos atributos divinos. Sin embargo, la semejanza con Dios no implica igualdad o identidad completa. Los seres humanos son criaturas finitas y limitadas, mientras que Dios es infinito y trascendente. La semejanza con Dios también implica una responsabilidad moral de vivir de acuerdo con los principios y valores divinos.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de semejanza:
Génesis 1:26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Génesis 5:1
Los descendientes de Adán(1 Cr. 1.1-4) Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.
Salmos 17:15
En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Ezequiel 1:5
y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre.
Ezequiel 1:13
Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.
Ezequiel 1:16
El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda.
Ezequiel 10:1
La gloria de Dios abandona el templo Miré, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos.
Ezequiel 10:22
Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al río Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante.
Daniel 10:16
Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.
Daniel 10:18
Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,