Bonanza en la Biblia no aparece como tal. Es una palabra de origen romano que hace referencia a los “buenos” tiempos en el mar, es decir, marea tranquila y suave. Aunque es un término de la marina, con el pasar de los años, su significado se ha trasladado a otros contextos, como por ejemplo el económico.
La bonanza económica es aquella en la que una sociedad, familia o individuos tienen estabilidad financiera, con trabajo, cubriendo todas sus necesidades, incluso podrían darse lujos. El Diccionario de la Real Academia Española, indica que puede ser usado como sinónimo de “prosperidad”.
La palabra bonanza proviene del latín “bonacia”, que significa un buen estado del mar para los navegantes. Esta se deriva del adjetivo “bonus” que significa “hacer, manifestar”. Claramente, un estado de prosperidad es aquel en el que se manifiestan cosas buenas en nuestra vida, especialmente en lo que se refiere al dinero.
¿Qué es la bonanza en la Biblia y por qué hay que tener cuidado con las interpretaciones? Si bien es cierto que cada cristiano es hijo de Dios y que Él es bueno, es decir, desea lo mejor para nosotros, no es cierto que quiera que seamos ricos o nos dediquemos a acumular dinero sin sentido (Lucas 18:24).La prosperidad no puede estar desligada de lo espiritual. Cuando Dios envió a su Hijo Jesús, no lo hizo para darnos salvación en lo económico, ni en lo físico, sino en lo espiritual (Lucas 12:33-34). La prosperidad que los cristianos verdaderos experimentarán va mucho más allá de lo que sus mentes limitadas puedan imaginar, estamos hablando de una plenitud en la eternidad.
Esa es la promesa de Dios, no la de darnos el placer efímero de este mundo. Muchos falsos líderes espirituales usan pasajes de la Biblia para tergiversar la verdad acerca de esto, haciendo creer que el objetivo de las personas debe ser buscar la riqueza para ser feliz en sociedad.
Última actualización: 17 septiembre, 2022
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de bonanza:
Mateo 8:26
Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
Marcos 4:39
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
Lucas 8:24
Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.