El significado bíblico de la palabra tiempo es un concepto fascinante que se explora a lo largo de las escrituras sagradas. En la Biblia, la palabra tiempo se utiliza para referirse a diferentes aspectos, como la duración de la vida humana, los momentos oportunos para la acción, los periodos históricos y el plan divino de Dios.
La etimología de la palabra tiempo proviene del latín "tempus", que a su vez deriva del griego "chronos". En el contexto bíblico, el término griego "kairos" también se utiliza para referirse al tiempo, pero con un enfoque más específico en los momentos oportunos y significativos.
El origen del concepto de tiempo en la Biblia se encuentra en el libro de Génesis, donde se relata la creación del mundo por parte de Dios. En el primer capítulo, se menciona cómo Dios creó los cielos y la tierra en seis días y descansó en el séptimo. Este relato establece la base para la noción de tiempo como una secuencia ordenada de eventos y como un elemento intrínseco en el plan divino.
En el Antiguo Testamento, el tiempo es visto como una dimensión en la que se desarrolla la historia de la humanidad y se despliega el plan de salvación de Dios. La Biblia menciona momentos significativos en la historia, como el éxodo de los israelitas de Egipto, la llegada de Jesús al mundo y su posterior crucifixión y resurrección.
En el Nuevo Testamento, el concepto de tiempo adquiere una perspectiva más espiritual. Jesús habla sobre la importancia de aprovechar el tiempo y estar atentos a los signos de los tiempos. También menciona el "kairos", que se refiere a los momentos oportunos en los que Dios interviene en la historia humana.
La Biblia también enseña que Dios es el soberano del tiempo y que tiene un plan divino que se desarrolla a lo largo de la historia. En el libro de Eclesiastés, se menciona que hay un tiempo para todo y que todo tiene su momento oportuno. Este pasaje enfatiza la importancia de vivir de acuerdo con el plan de Dios y aprovechar los momentos adecuados para actuar.
En resumen, el significado bíblico de la palabra tiempo abarca diferentes aspectos, como la duración de la vida humana, los momentos oportunos para la acción, los periodos históricos y el plan divino de Dios. El origen de la palabra se remonta al latín y al griego, y su concepto se encuentra arraigado desde el relato de la creación en el libro de Génesis. A lo largo de la Biblia, se enfatiza la importancia de vivir de acuerdo con el plan de Dios y aprovechar los momentos oportunos que Él nos presenta.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de tiempo:
Génesis 17:21
Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.
Génesis 18:10
Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
Génesis 18:14
¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
Génesis 29:7
Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas.
Génesis 38:1
Judá y Tamar Aconteció en aquel tiempo, que Judá se apartó de sus hermanos, y se fue a un varón adulamita que se llamaba Hira.
Éxodo 12:39
Y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, pues no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían tenido tiempo ni para prepararse comida.
Éxodo 13:10
Por tanto, tú guardarás este rito en su tiempo de año en año.
Éxodo 18:22
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.
Éxodo 21:36
Mas si era notorio que el buey era acorneador desde tiempo atrás, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.
Éxodo 23:15
La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.