La complacencia es una palabra que se menciona varias veces en la Biblia y tiene un significado profundo y relevante en el contexto bíblico. Proviene del latín "complacentia", que significa "satisfacción" o "placer". En la Biblia, la complacencia se refiere a la actitud de satisfacer los deseos y placeres personales sin considerar la voluntad de Dios o las necesidades de los demás.
La complacencia en la Biblia está relacionada con la idea de buscar la satisfacción personal en lugar de buscar la voluntad de Dios. Es el acto de poner los propios deseos y placeres por encima de los mandamientos divinos y de las necesidades de los demás. Esta actitud egoísta y centrada en uno mismo es condenada en la Biblia y se considera un obstáculo para una vida espiritual plena y una relación cercana con Dios.
En el Antiguo Testamento, la complacencia se menciona en varios contextos. Por ejemplo, en el libro de Isaías, se advierte contra la complacencia de los habitantes de Jerusalén, quienes se complacen en su riqueza y se olvidan de Dios y de su deber de ayudar a los pobres y oprimidos. En Ezequiel, se habla de la complacencia de los líderes religiosos que se preocupan más por su propia reputación y poder que por guiar al pueblo de acuerdo con los mandamientos de Dios.
En el Nuevo Testamento, la complacencia también se menciona en varias ocasiones. Jesús critica a los fariseos por su complacencia y su hipocresía, ya que se preocupan más por cumplir las tradiciones y apariencias externas que por vivir una vida de verdadera devoción a Dios. El apóstol Pablo advierte a los creyentes sobre la complacencia en la vida cristiana, instándolos a no conformarse con los patrones de este mundo, sino a renovar sus mentes y vivir de acuerdo con la voluntad de Dios.
La complacencia en la Biblia es un llamado a evitar el egoísmo y la búsqueda de placeres y satisfacciones personales por encima de la voluntad de Dios y las necesidades de los demás. Es un recordatorio de que nuestra vida y nuestras acciones deben estar guiadas por los principios y mandamientos divinos, y no por nuestros propios deseos y caprichos.
En resumen, la complacencia en la Biblia es la actitud de buscar la satisfacción personal por encima de la voluntad de Dios y las necesidades de los demás. Es una actitud egoísta y centrada en uno mismo que es condenada en la Biblia. Nos recuerda la importancia de vivir de acuerdo con los principios y mandamientos divinos, y de poner las necesidades de los demás por encima de nuestros propios deseos y placeres.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de complacencia:
Salmos 16:3
Para los santos que están en la tierra, Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
Malaquías 1:10
¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
Mateo 3:17
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Mateo 17:5
Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
Marcos 1:11
Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Lucas 3:22
y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
2 Pedro 1:17
Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.