Encarecer: su etimología y origen proviene del latín incarēscere, que significa "hacerse caro" o "valorar en exceso". En la Biblia, esta palabra tiene un significado profundo y representa la acción de atribuir un alto valor, honrar o exaltar algo o a alguien.
En el contexto bíblico, encarecer se utiliza para expresar el reconocimiento y la apreciación hacia Dios, hacia su Palabra y hacia sus obras. Por ejemplo, en el Salmo 34:3, el salmista declara: "Engrandeced a Jehová conmigo, y exaltemos a una su nombre". Aquí, el término "engrandecer" es sinónimo de encarecer, y se refiere a la acción de magnificar, glorificar y exaltar a Dios.
Asimismo, en el libro de Proverbios encontramos múltiples referencias a la importancia de encarecer la sabiduría y el conocimiento de Dios. En Proverbios 4:8-9 se nos insta a buscar la sabiduría y a encarecerla: "Enaltecela y ella te honrará; ella te coronará de gracia y de hermosura. Adornarán tu cabeza corona de gracia; collares de oro te entregará". Aquí se destaca la idea de que al valorar y honrar la sabiduría, seremos recompensados y bendecidos en abundancia.
Por otro lado, encarecer también puede referirse a la acción de elogiar o enaltecer a personas justas y virtuosas. En el libro de Proverbios 31:28 se habla de la mujer virtuosa, diciendo: "Levántanse sus hijos y la llaman bienaventurada; también su marido, y la alaba". Aquí, el término "alabar" puede ser entendido como encarecer, destacando la importancia de valorar y honrar a personas que viven de acuerdo a los principios y mandamientos de Dios.
En resumen, el significado bíblico de encarecer implica atribuir un alto valor, honrar y exaltar a Dios, a su Palabra, a sus obras y a personas justas y virtuosas. Esta palabra nos invita a reconocer la importancia de valorar y apreciar lo que es sagrado y digno de admiración, y nos recuerda que al hacerlo, seremos bendecidos y honrados por Dios.
Última actualización: 03 febrero, 2024
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