En la Biblia, la palabra "vacío" tiene un significado profundo y simbólico. Se utiliza para describir un estado de ausencia, falta o carencia. El término "vacío" se deriva del latín "vacuus", que significa "vacío" o "desocupado". En el contexto bíblico, este concepto se relaciona con la idea de un espacio sin llenar, un lugar que necesita ser ocupado o un estado de insatisfacción.
El origen de la palabra "vacío" en la Biblia se encuentra en el libro del Génesis, específicamente en el relato de la creación. En Génesis 1:2, se menciona que "la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo". Esta descripción inicial de la tierra como "desordenada y vacía" muestra un estado primordial de caos y ausencia de vida.
El término hebreo utilizado en este pasaje es "tohu wabohu", que se traduce comúnmente como "desordenada y vacía". "Tohu" se refiere a un estado de caos, confusión o desolación, mientras que "wabohu" significa "vacío" o "desierto". Juntos, estos términos transmiten la idea de un lugar sin forma ni orden, un espacio vacío y sin propósito.
En el contexto bíblico, el uso de la palabra "vacío" no solo se refiere a un estado físico o material, sino también a un estado espiritual y emocional. Por ejemplo, en el libro de Eclesiastés, el autor describe la vida como "vanidad de vanidades, todo es vanidad" (Eclesiastés 1:2). La palabra "vanidad" en este pasaje se traduce del término hebreo "hebel", que también se puede entender como "vacío" o "sin sentido".
El concepto de vacío también se relaciona con la idea de la falta de Dios o la ausencia de su presencia en la vida de las personas. En el Salmo 63:1, el salmista clama: "Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré intensamente. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida, donde no hay agua". Aquí, el salmista expresa un profundo anhelo y vacío espiritual que solo puede ser llenado por la presencia de Dios.
En resumen, en la Biblia, la palabra "vacío" se utiliza para describir tanto un estado físico o material de ausencia o falta, como un estado espiritual y emocional de insatisfacción. Este concepto de vacío se origina en el relato de la creación en el libro del Génesis y se desarrolla a lo largo de toda la Escritura. El vacío bíblico nos invita a buscar la plenitud y satisfacción en Dios y a reconocer nuestra necesidad de su presencia en nuestras vidas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de vacío:
Génesis 24:20
Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.
Jueces 7:16
Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros.
1 Samuel 20:18
Luego le dijo Jonatán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.
1 Samuel 20:25
Y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto a la pared, y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David quedó vacío.
1 Reyes 7:15
Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos.
Nehemías 5:13
Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! y alabaron a Jehová. Y el pueblo hizo conforme a esto.
Proverbios 14:4
Sin bueyes el granero está vacío; Mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.
Isaías 29:8
Y les sucederá como el que tiene hambre y sueña, y le parece que come, pero cuando despierta, su estómago está vacío; o como el que tiene sed y sueña, y le parece que bebe, pero cuando despierta, se halla cansado y sediento; así será la multitud de todas las naciones que pelearán contra el monte de Sion.
Jeremías 51:34
Me devoró, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia, y me dejó como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó fuera.
Lucas 1:53
A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos.