La palabra "asunto" tiene un significado muy amplio en la Biblia, y se utiliza en diferentes contextos para referirse a distintos conceptos. En su sentido más general, "asunto" se refiere a un tema, tema o materia de discusión o consideración. En este artículo exploraremos el significado bíblico de la palabra "asunto", su etimología y su origen.
La palabra "asunto" en la Biblia proviene del término hebreo "דָּבָר" (davar) y del griego "λόγος" (logos). Ambas palabras tienen un significado similar y se traducen comúnmente como "asunto" en español. Sin embargo, también pueden traducirse como "palabra", "discurso" o "mensaje". Estos términos tienen una connotación bastante amplia y pueden referirse a una amplia gama de ideas y conceptos.
En la Biblia, la palabra "asunto" se utiliza tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento para referirse a diferentes situaciones y temas. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, el término "asunto" se utiliza para referirse a los mandamientos y las leyes de Dios. También se utiliza para describir los mensajes proféticos y las enseñanzas de los profetas.
En el Nuevo Testamento, la palabra "asunto" se utiliza para referirse a los temas y discusiones que se llevan a cabo en las comunidades cristianas. Por ejemplo, en las epístolas de Pablo, se mencionan varios "asuntos" que los creyentes deben abordar y resolver. Estos asuntos incluyen cuestiones éticas, problemas de doctrina y conflictos internos.
En resumen, el término "asunto" en la Biblia se refiere a un tema, tema o materia de discusión o consideración. Tiene un significado amplio y puede referirse a una variedad de conceptos y situaciones. Su etimología y origen se encuentran en los términos hebreo y griego que se traducen como "asunto" en español. A lo largo de la Biblia, se utiliza para describir los mandamientos de Dios, los mensajes proféticos y las enseñanzas de los apóstoles. También se utiliza para referirse a los temas y discusiones que se llevan a cabo en las comunidades cristianas.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de asunto:
Éxodo 18:19
Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.
Éxodo 18:22
Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.
Éxodo 24:14
Y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos a vosotros; y he aquí Aarón y Hur están con vosotros; el que tuviere asuntos, acuda a ellos.
Josué 2:14
Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.
Josué 22:33
Y el asunto pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.
Rut 3:18
Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.
1 Samuel 20:2
Él le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así.
1 Samuel 22:15
¿He comenzado yo desde hoy a consultar por él a Dios? Lejos sea de mí; no culpe el rey de cosa alguna a su siervo, ni a toda la casa de mi padre; porque tu siervo ninguna cosa sabe de este asunto, grande ni pequeña.
1 Crónicas 26:29
De los izharitas, Quenanías y sus hijos eran gobernadores y jueces sobre Israel en asuntos exteriores.
2 Crónicas 24:5
Y reunió a los sacerdotes y los levitas, y les dijo: Salid por las ciudades de Judá, y recoged dinero de todo Israel, para que cada año sea reparada la casa de vuestro Dios; y vosotros poned diligencia en el asunto. Pero los levitas no pusieron diligencia.