Cordero, una palabra con un profundo significado en la Biblia, se ha utilizado para describir a Jesucristo como el cordero inmolado. El término cordero se encuentra en la Biblia aproximadamente 300 veces, presentando una variedad de significados y simbolismos.
La etimología de la palabra proviene del latín agnus, que significa literalmente "cordero". En hebreo, la palabra se traduce como seh o tso'an, mientras que en griego se traduce como amnos. La palabra cordero se usa tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento para referirse a Jesucristo. Es una de las palabras más utilizadas en la Biblia para referirse a Jesucristo como el Cordero de Dios.
En la Biblia, el cordero se usa como símbolo de sacrificio. En el Antiguo Testamento, los israelitas ofrecían corderos como sacrificio para expiar sus pecados. Esto se describe en el libro del Éxodo, en el que Moisés instruye a los israelitas: "Y el sacerdote tomará un cordero del rebaño, como ofrenda por el pecado, y lo degollará". En el Nuevo Testamento, Jesús es el Cordero de Dios que se ofreció como sacrificio por los pecados de la humanidad.
Además del significado de sacrificio, el cordero también se usa en la Biblia para representar la inocencia y la pureza. En el Libro de Job, se dice que Dios es "un pastor, sus corderos no son engañados". Esto se refiere a la confianza que Dios tiene en los corderos, que son inocentes y confiables. Esta idea se refleja también en el Evangelio de Juan, en el que Jesús dice: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas".
También hay numerosos pasajes en la Biblia que usan el cordero como símbolo de victoria. En Apocalipsis, el Libro de la Revelación, se dice que una multitud de personas seguirán al Cordero y cantarán "la canción de Moisés, el siervo de Dios, y la canción del Cordero", y que "ellos vencieron al dragón por medio de la sangre del Cordero". Esto se refiere a la victoria de Cristo sobre la muerte, el pecado y las tinieblas, ofreciendo la salvación a todos los que creen en él.
Por lo tanto, el cordero es una imagen poderosa en la Biblia. Representa el sacrificio de Jesús, la inocencia y la pureza, y la victoria de la luz sobre las tinieblas. Como dijo el apóstol Juan: "Mirad: el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". (Juan 1:29) Estas palabras nos recuerdan que Jesús es el Cordero de Dios, y que debemos confiar en él para nuestra salvación.
Última actualización: 28 marzo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de cordero:
Génesis 22:7
Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
Éxodo 12:4
Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.
Éxodo 29:38
Las ofrendas diarias(Nm. 28.1-8) Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente.
Éxodo 29:39
Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde.
Levítico 4:32
Y si por su ofrenda por el pecado trajere cordero, hembra sin defecto traerá.
Levítico 5:7
Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto.
Levítico 7:23
Habla a los hijos de Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comeréis.
Levítico 12:6
Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote;
Levítico 14:12
y tomará el sacerdote un cordero y lo ofrecerá por la culpa, con el log de aceite, y lo mecerá como ofrenda mecida delante de Jehová.
Levítico 14:21
Mas si fuere pobre, y no tuviere para tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda mecida por la culpa, para reconciliarse, y una décima de efa de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite,