En la Biblia, la palabra "domar" es utilizada para describir el proceso de controlar, someter o poner bajo control a una criatura o a algo salvaje. El término se deriva del latín "domare", que significa "someter" o "dominar".
El origen de la palabra "domar" en la Biblia se remonta al Antiguo Testamento, donde se utiliza en varios pasajes para referirse al acto de someter a animales salvajes o indómitos. También se utiliza metafóricamente para representar la necesidad de controlar y someter los deseos y pasiones humanas.
Un ejemplo destacado de la palabra "domar" en la Biblia se encuentra en el libro de Génesis, donde se relata la historia de la creación y el papel que el ser humano desempeña en la dominación de la tierra y los animales:
"Y Dios los bendijo y les dijo: 'Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; y tened dominio sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todos los animales que se mueven sobre la tierra.'" (Génesis 1:28)
En este pasaje, se establece claramente que el ser humano tiene la responsabilidad de dominar y controlar la creación de Dios, incluyendo a los animales. Esto implica el ejercicio de una autoridad y poder responsable sobre la naturaleza.
La palabra "domar" también se utiliza en otros pasajes bíblicos para representar la necesidad de controlar los impulsos y deseos humanos. Por ejemplo, en el libro de Proverbios se nos insta a "domar" la lengua y ser prudentes en nuestras palabras:
"El que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de problemas." (Proverbios 21:23)
En este contexto, "domar" implica controlar nuestras palabras y ser conscientes del poder que tienen para causar daño o beneficio a los demás.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "domar" se refiere al acto de someter, controlar o poner bajo control criaturas o deseos salvajes. Se deriva del latín "domare" y se utiliza tanto literalmente para referirse a la dominación de animales y la naturaleza, como metafóricamente para representar la necesidad de controlar nuestras palabras y deseos humanos.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de domar:
Santiago 3:8
pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.