La reverencia es un concepto fundamental en la Biblia, que se refiere a un profundo respeto y adoración hacia Dios. En el texto original hebreo, la palabra utilizada para reverencia es "yirah", que significa temor reverencial o respeto sagrado. Este término se encuentra en diversas ocasiones a lo largo de las Escrituras, y su significado es vital para comprender la relación entre Dios y los seres humanos.
La etimología de la palabra "reverencia" proviene del latín "reverentia", que a su vez deriva de "revereri", que significa "sentir respeto". En su sentido más amplio, la reverencia implica una actitud de humildad y veneración hacia Dios, reconociendo su grandeza y poder. Es un reconocimiento de la superioridad divina y una respuesta apropiada de adoración y sumisión.
En la Biblia, la reverencia se manifiesta de diferentes maneras. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, se nos insta a temer a Dios y a guardar sus mandamientos. El Salmo 111:10 afirma: "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre". Este temor no implica miedo en el sentido de terror, sino una reverencia profunda que nos lleva a obedecer y honrar a Dios en todas nuestras acciones.
En el Nuevo Testamento, encontramos el mandamiento de Jesús de amar a Dios con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas. Esta expresión de amor implica un respeto y reverencia total hacia Dios. En Marcos 12:30, Jesús dice: "Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas". Esta es una invitación a vivir en una relación íntima con Dios, reconociendo su santidad y respondiendo con adoración y obediencia.
La reverencia también se manifiesta en la actitud de humildad y sumisión ante Dios. En Santiago 4:10, se nos exhorta a humillarnos delante del Señor, reconociendo nuestra necesidad de su gracia y perdón. Además, en Filipenses 2:9-11, se nos habla de cómo Jesús se humilló a sí mismo y obedeció hasta la muerte en la cruz, siendo exaltado por Dios como Señor sobre todo. Esta actitud de humildad y sumisión es un ejemplo para nosotros, y nos recuerda la importancia de reverenciar a Dios en todas las áreas de nuestra vida.
En resumen, la reverencia en la Biblia es una actitud de profundo respeto y adoración hacia Dios. Implica reconocer su grandeza y poder, obedecer sus mandamientos, amarlo con todo nuestro ser y humillarnos ante él. Es una respuesta apropiada a la santidad divina y nos lleva a vivir en una relación íntima con Dios, reconociendo nuestra dependencia de su gracia y respondiendo con adoración y obediencia. Que podamos cultivar una actitud de reverencia en nuestra vida diaria, reconociendo la grandeza de Dios y viviendo en sumisión a su voluntad.
Última actualización: 30 junio, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de reverencia:
Génesis 43:28
Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Levítico 19:30
Mis días de reposo guardaréis, y mi santuario tendréis en reverencia. Yo Jehová.
Números 22:31
Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.
2 Samuel 9:6
Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo.
2 Samuel 14:4
Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey!
2 Samuel 14:22
Y Joab se postró en tierra sobre su rostro e hizo reverencia, y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos, rey señor mío, pues ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho.
1 Reyes 1:16
Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes?
Nehemías 1:11
Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
Salmos 130:4
Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.
Hebreos 12:28
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;