El término "tangible" proviene del latín "tangibilis", que a su vez se deriva del verbo "tangere", que significa "tocar". La idea fundamental detrás de lo tangible está vinculada a la capacidad de ser percibido a través del sentido del tacto, de ser palpable y real.
En las Escrituras, encontramos numerosos pasajes que resaltan la importancia de lo tangible en la experiencia espiritual. La creación misma, según el relato del Génesis, es tangible y física, con Dios formando al hombre del polvo de la tierra (Génesis 2:7). Este acto divino destaca la materialidad de la existencia humana y su conexión directa con la creación tangible de Dios.
La encarnación de Jesucristo es otro aspecto crucial que refleja la importancia de lo tangible en la fe cristiana. En el Evangelio de Juan, se proclama que "la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros" (Juan 1:14). La elección de la palabra "carne" enfatiza la realidad física de la presencia de Cristo en el mundo. Su encarnación no fue simplemente espiritual o simbólica, sino que tuvo un componente tangible y corpóreo.
Además, el sacramento de la Eucaristía, celebrado en la tradición cristiana, destaca la importancia de lo tangible en la adoración. Durante la Última Cena, Jesús toma pan y vino, elementos tangibles, y los presenta como símbolos de su cuerpo y sangre. Los fieles participan de estos elementos de manera física, experimentando una conexión tangible con la presencia de Cristo.
En el Antiguo Testamento, la construcción del Tabernáculo y, más tarde, del Templo, son ejemplos de cómo Dios instruyó a su pueblo a crear estructuras tangibles para su adoración. Estas edificaciones no eran simplemente simbólicas; eran lugares tangibles donde la presencia divina podía habitar entre los hijos de Israel.
La importancia de lo tangible en la Biblia también se refleja en la necesidad de signos y milagros concretos para confirmar la fe. Jesús realizó numerosos milagros tangibles, como curar enfermos, multiplicar panes y peces, y resucitar a los muertos. Estos actos no solo tenían un propósito espiritual, sino que también demostraban la realidad tangible del poder divino.
En resumen, aunque la palabra tangible en sí misma no aparezca en la Biblia, la importancia de lo tangible está intrínsecamente ligada a varios aspectos de la fe cristiana. Desde la creación hasta la encarnación de Jesucristo y los sacramentos, la realidad física y palpable juega un papel fundamental en la comprensión bíblica. La etimología de la palabra "tangible" nos lleva a reflexionar sobre la conexión entre el tacto y la fe, recordándonos que, en la experiencia espiritual, lo tangible y lo divino convergen de manera significativa.
Última actualización: 03 febrero, 2024
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