La palabra "matar" tiene un significado muy profundo en la Biblia. En su origen hebreo, la palabra para "matar" es "harag", que se refiere a quitar la vida de alguien o algo de manera violenta. La etimología de esta palabra proviene del término "harag" que significa "romper" o "destruir". En el contexto bíblico, el acto de matar implica la toma de una vida humana, y está sujeto a una serie de reglas y restricciones.
En el Antiguo Testamento, la palabra "matar" se menciona en diversos contextos, desde la prohibición de asesinato en el mandamiento "No matarás" (Éxodo 20:13) hasta la descripción de actos de guerra y justicia divina. En muchos casos, el acto de matar se considera como una consecuencia del pecado y la maldad en el mundo, y se presenta como una acción que Dios puede permitir o incluso ordenar en ciertas circunstancias.
La Biblia también menciona casos en los que el acto de matar se lleva a cabo en defensa propia o como una forma de castigo por delitos graves. En estos casos, se establecen normas y restricciones para garantizar que el acto de matar sea justificado y no se convierta en un acto de venganza o violencia sin sentido.
Es importante destacar que la Biblia no promueve la violencia o el asesinato sin motivo justificado. En el Nuevo Testamento, Jesús enseña el amor, el perdón y la no violencia como principios fundamentales para los seguidores de Dios. En Mateo 5:21-22, Jesús dice: "Habéis oído que fue dicho a los antiguos: No matarás; pero cualquiera que mate será culpable de juicio". Aquí, Jesús enseña que el acto de matar no solo se refiere a la acción física, sino también a los pensamientos y actitudes violentas que llevan a la violencia y el odio.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "matar" implica quitar la vida de alguien o algo de manera violenta. Su etimología se relaciona con la idea de romper o destruir. A lo largo de la Biblia, el acto de matar se presenta en diferentes contextos, desde la prohibición del asesinato hasta la descripción de actos de guerra y justicia divina. Sin embargo, la enseñanza central de la Biblia es el amor, el perdón y la no violencia, y se nos insta a evitar el acto de matar y buscar la paz en todas nuestras interacciones.
Última actualización: 12 octubre, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de matar:
Génesis 4:15
Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.
Génesis 26:7
Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.
Génesis 27:41
Jacob huye de Esaú Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.
Génesis 34:25
Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.
Génesis 34:26
Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.
Éxodo 4:23
Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.
Éxodo 4:24
Y aconteció en el camino, que en una posada Jehová le salió al encuentro, y quiso matarlo.
Éxodo 16:3
y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.
Éxodo 21:14
Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
Éxodo 21:29
Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño.