Rudimentos es una palabra que generalmente se asocia con la Biblia. Se usa para referirse a los primeros principios o principios básicos de la fe cristiana. Se encuentra en la Biblia en Colosenses 2:8, donde dice: "Cuidado con que nadie los esclavice mediante la filosofía y vanas sutilezas, según las tradiciones humanas, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo". La palabra "elementos" en este pasaje se traduce del griego "stoicheia", que significa "rudimentos".
La palabra "rudimentos" se deriva del latín rudimentum, que significa "lo primero, lo fundamental". El término se usa generalmente para referirse a una idea, principio o concepto que es el fundamento de algo más grande. En el contexto bíblico, los rudimentos se refieren a las enseñanzas básicas de la fe cristiana que se encuentran en la Biblia. Estas enseñanzas básicas incluyen la existencia de un Dios trino, la creación, el pecado y la salvación por medio de Jesucristo.
En la Biblia, los rudimentos se mencionan varias veces. En Colosenses 2:8, Pablo advierte a los colosenses contra el peligro de las enseñanzas humanas y las tradiciones religiosas. Les dice que deben centrarse en los "elementos" del mundo, es decir, los rudimentos bíblicos. En Hebreos 5:12, Pablo también se refiere a los rudimentos, diciendo: "Porque de manera que ustedes necesitan alimento sólido, y no alimento espiritual para los principiantes". Esto sugiere que los rudimentos bíblicos son necesarios para nutrir la fe cristiana.
Otro pasaje que se refiere a los rudimentos es Galatas 4:3: "Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos esclavizados a los rudimentos de este mundo". Esto se refiere a la dependencia de los judíos con respecto a la ley mosaica. Esta ley contenía los rudimentos de la fe judía, como los diez mandamientos y las leyes ceremoniales. Poco antes de la venida de Cristo, estos rudimentos fueron sustituidos por la fe cristiana.
En el Nuevo Testamento, los rudimentos se usan para referirse a las enseñanzas básicas de la fe cristiana. Estas enseñanzas incluyen la creencia en Dios, la creación, el pecado, la salvación por medio de Jesucristo, los diez mandamientos y las leyes ceremoniales. Estas enseñanzas son fundamentales para la vida cristiana, por lo que debemos estudiar y aprenderlas con diligencia. Si bien es importante estudiar y comprender los rudimentos de la fe cristiana, también es importante recordar que el amor es el fundamento de todas las cosas (1 Corintios 13:13).
En conclusión, la palabra "rudimentos" se usa para referirse a los principios básicos de la fe cristiana. Estos principios se encuentran en la Biblia y tienen una gran importancia para la vida cristiana. Estudiar y comprender los rudimentos de la fe cristiana es importante, pero es igualmente importante recordar que el amor es el fundamento de todas las cosas. “Todas las Escrituras son inspiradas por Dios y útiles para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).
Última actualización: 10 abril, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de rudimentos:
Gálatas 4:3
Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo.
Gálatas 4:9
mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?
Colosenses 2:8
Plenitud de vida en Cristo Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Colosenses 2:20
Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Hebreos 5:12
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Hebreos 6:1
Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,