En la Biblia, la palabra "enseñorear" se utiliza en varios pasajes y tiene un significado importante en el contexto bíblico. La palabra proviene del latín "dominare", que significa dominar, subyugar o gobernar. En el hebreo bíblico, la palabra se traduce como "mashal", que significa gobernar o tener autoridad sobre alguien o algo.
En el Antiguo Testamento, la palabra "enseñorear" se utiliza en varios contextos, principalmente para referirse a la autoridad y el poder de Dios sobre su pueblo. Por ejemplo, en Salmos 103:19, se dice: "El Señor ha establecido su trono en el cielo, y su reino enseñorea sobre todo". Aquí, la palabra "enseñorear" se utiliza para describir el poder y la autoridad que Dios tiene sobre todo lo que existe.
En otros pasajes, la palabra se utiliza para referirse al poder y la autoridad que tienen los reyes y los gobernantes sobre sus súbditos. En Proverbios 29:2, se dice: "Cuando los justos se enseñorean, el pueblo se alegra; pero cuando el impío domina, el pueblo gime". Aquí, la palabra "enseñorear" se utiliza para describir la autoridad y el poder que tienen los justos para gobernar y guiar a su pueblo en la justicia.
En el Nuevo Testamento, la palabra "enseñorear" se utiliza en un contexto diferente, principalmente para referirse a la autoridad y el poder que tiene Cristo sobre su iglesia. En Efesios 1:20-23, se dice: "Él [Dios] la [la iglesia] hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas". Aquí, la palabra "enseñorear" se utiliza para describir el poder y la autoridad que tiene Cristo sobre su iglesia, que es su creación y su obra maestra.
En resumen, la palabra "enseñorear" tiene un significado importante en el contexto bíblico, ya que se utiliza para describir el poder y la autoridad que Dios tiene sobre todo lo que existe, así como la autoridad y el poder que tienen los reyes, los gobernantes y los justos para gobernar y guiar a su pueblo en la justicia. En el Nuevo Testamento, la palabra se utiliza para describir el poder y la autoridad que tiene Cristo sobre su iglesia, que es su creación y su obra maestra.
Última actualización: 13 mayo, 2023
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de enseñorear:
Génesis 3:16
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
Levítico 25:46
Y los podréis dejar en herencia para vuestros hijos después de vosotros, como posesión hereditaria; para siempre os serviréis de ellos; pero en vuestros hermanos los hijos de Israel no os enseñorearéis cada uno sobre su hermano con dureza.
Levítico 26:17
Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga.
Salmos 49:14
Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.
Salmos 106:41
Los entregó en poder de las naciones, Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían.
Proverbios 17:2
El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y con los hermanos compartirá la herencia.
Eclesiastés 2:19
Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
Isaías 3:12
Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.
Lamentaciones 5:8
Siervos se enseñorearon de nosotros; No hubo quien nos librase de su mano.
Romanos 6:14
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.