La palabra "salario" tiene un significado profundo en el contexto bíblico. En la Biblia, se utiliza para referirse a la recompensa o remuneración que se recibe por el trabajo realizado. Sin embargo, su significado va más allá de una simple compensación monetaria, ya que también abarca aspectos espirituales y morales.
La etimología de la palabra "salario" se remonta al latín "salarium", que a su vez proviene de "sal", que significa sal. En la antigüedad, la sal era un bien muy preciado y valioso, por lo que se utilizaba como forma de pago. De esta manera, el salario no solo representaba una compensación económica, sino también una forma de sustento y provisión para el trabajador.
En la Biblia, el concepto de salario se menciona en varios pasajes, y siempre está asociado con la justicia y la retribución divina. Por ejemplo, en el libro de Levítico se establece que "no retendrás el salario de tu jornalero hasta la mañana siguiente" (Levítico 19:13), lo cual refuerza la idea de que el salario es una deuda que debe ser pagada de manera justa y oportuna.
Además, en el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo hace referencia al salario en varias ocasiones. En su primera carta a los Corintios, escribe: "¿Quién va a la guerra a sus propias expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta un rebaño y no toma de la leche del rebaño?" (1 Corintios 9:7). Aquí, Pablo utiliza el concepto de salario para ilustrar la idea de que aquellos que se dedican al servicio de Dios deben recibir una retribución justa por su labor.
En el contexto bíblico, el salario también representa la provisión de Dios para sus hijos. En el libro de Mateo, Jesús enseña a sus discípulos acerca de la importancia de confiar en Dios y no preocuparse por las necesidades materiales. Él les dice: "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" (Mateo 6:26). Aquí, Jesús muestra que Dios provee a sus hijos de la misma manera en que el salario provee para las necesidades de los trabajadores.
En resumen, el significado bíblico de la palabra "salario" va más allá de una simple remuneración económica. Representa la justicia, la retribución divina, la provisión y la confianza en Dios. En el contexto bíblico, el salario es un recordatorio de que Dios provee para sus hijos y que aquellos que se dedican al servicio de Dios deben recibir una retribución justa por su labor.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de salario:
Génesis 31:7
y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal.
Levítico 25:53
Como con el tomado a salario anualmente hará con él; no se enseñoreará en él con rigor delante de tus ojos.
Jeremías 22:13
¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
Jeremías 31:16
Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.
Oseas 8:9
Porque ellos subieron a Asiria, como asno montés para sí solo; Efraín con salario alquiló amantes.
Malaquías 3:5
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Lucas 3:14
También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.
Lucas 10:7
Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
Hechos 1:18
Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
2 Corintios 11:8
He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros.