La palabra "convocación" es de origen bíblico y tiene un significado muy especial dentro de las enseñanzas de la Biblia. Esta palabra se encuentra en el Antiguo Testamento y es utilizada para describir un llamado o reunión sagrada en la que el pueblo de Dios es convocado para adorar y celebrar juntos.
La etimología de la palabra "convocación" proviene del latín "convocatio", que a su vez se deriva del verbo "convocare", que significa "llamar juntos". Este término se utiliza para transmitir la idea de reunir a un grupo de personas en un lugar específico y en un tiempo determinado.
En la Biblia, la convocación es un concepto fundamental que se menciona en diversas ocasiones y con diferentes propósitos. Por ejemplo, en el libro de Levítico se establece que el pueblo de Israel debe observar ciertas festividades como la Pascua, la fiesta de los Tabernáculos y el Día de la Expiación. Estas festividades son consideradas convocaciones sagradas en las que el pueblo es llamado a reunirse para adorar a Dios y recordar sus maravillosas obras.
La convocación también tiene un significado profundo en el contexto espiritual. En el Nuevo Testamento, por ejemplo, el apóstol Pablo habla de la convocación de los santos como el llamado de Dios para que su pueblo se reúna en unidad y adoración. En Efesios 4:4-6, Pablo dice: "Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos". Aquí, la convocación representa la unidad y comunión de los creyentes en Cristo.
La convocación también puede ser entendida como un llamado personal de Dios a cada individuo para que se acerque a Él y forme parte de su pueblo. En el libro de Isaías, por ejemplo, se menciona en varias ocasiones la convocación de Dios hacia su pueblo para que se arrepienta de sus pecados y regrese a Él. En Isaías 55:6-7, se dice: "Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia". Aquí, la convocación representa la oportunidad de reconciliación y salvación que Dios ofrece a todos.
En conclusión, la palabra "convocación" tiene un significado bíblico profundo y representa tanto el llamado de Dios para que su pueblo se reúna en adoración y comunión, como también el llamado personal de Dios a cada individuo para que se acerque a Él y encuentre salvación. Esta palabra, de origen latino, transmite la idea de reunión y llamado conjunto, y es un concepto fundamental en las enseñanzas de la Biblia.
Última actualización: 03 febrero, 2024
Hemos encontrado los siguientes pasajes que hablan de convocación:
Levítico 23:4
Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos:
Levítico 23:7
El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
Levítico 23:21
Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.
Levítico 23:24
Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.
Levítico 23:36
Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.
Números 28:18
El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
Números 28:25
Y el séptimo día tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
Números 29:1
En el séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas.
Números 29:7
En el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas; ninguna obra haréis;
Números 29:12
También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis, y celebraréis fiesta solemne a Jehová por siete días.